domingo, 9 de febrero de 2020

Música


La vanidad es un testimonio que suele ir unido a la mediocridad de espíritu. Y no es casualidad que quienes se sienten por encima de lo que no pueden entender suelan ser los que, desde esa falsa atalaya de poder que les otorga un nombre, un número o una imagen, intenten despreciar a los que realmente están muy por encima de esa basura que venden como el camino a seguir.

No soy amigo de los cantos de sirena fáciles, quizás porque los sonidos que me envuelven, desde lo más profundo de mi intelecto hasta hacerse con mi alma, no entienden de imágenes que son incapaces de proyectar una sombra que merezca la pena, justo lo que estos tipejos (ellos y ellas, por supuesto) jamás llegarán a comprender.

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