domingo, 11 de agosto de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCLXII

Un grupo marginal con una calidad excepcional, sin suerte y como tantos otros de paso fugaz por el mundo de los sonidos. Este es su testimonio.


Crack (Si Todo Hiciera Crack) 1979


Para muchos uno de los mejores discos del Rock Progresivo de este país, para otros el mejor, para la gran mayoría un desconocido trabajo de una banda que tuvo que lidiar contra demasiadas cosas por creer en lo que hacía, un tipo de Música poco aceptada en este lugar donde hablar de Prog. era bastante peliagudo, no ser de esas zonas del país en las que (a pesar de lo malo de todo) se cuidaba un poco más el hecho de la Música ya que el grupo era asturiano, de Gijón y llegar de manera tardía este trabajo para una Música que a nivel mundial buscaba nuevas formas de reivindicarse.
"Si Todo Hiciera Crack" es un discazo de Prog. como la copa de un pino, instrumentalmente una belleza y de calidad, una banda que demostró que podía hacer cosas de muy buenas maneras y con este trabajo lo bordó, eso sí fue el primero y el último.
En mi opinión (y en esto como todo...) la Música es tan excepcional que a veces me sobran las palabras tal y como están planteadas, porque las letras son preciosas pero sin la fuerza que le otorga al disco el resto de los sonidos que son de verdad una maravilla.
El trabajo de los ambientes, los teclados muy usados porque en ciertos momentos las composiciones se deslizan hacia un Rock Sinfónico pero con constantes cambios de ritmos que no te dejan respirar y esa sección rítmica lanzada es apoteósico, flautas dulces y sensuales, guitarras como el humo que se huelen a distancia y todo el conjunto sonando como un bloque compacto en las cabalgadas enormes que nos ofrecen y de manera intimista en esos momentos de suave dulzura que son algunos temas (o parte de esos temas)
Todos los elementos del Prog. se dan cita en un disco completo y bellísimo mucho más valorado fuera de nuestras fronteras que por aquí (de hecho en listas y ediciones varias lo he visto "por ahí" pero muy poco "por aquí") pero que si se puede escuchar es una oportunidad para disfrutar porque es una gozada.
Los temas que se alargan en el tiempo ganan por la calidad musical de los mismos, con melodías que absorben todo el conjunto, demostraciones instrumentales y un desarrollo siempre coherente y majestuoso.
Para descubrir un poco de lo que se hacía a la sombra de otras cosas y que nunca estuvieron lejos de lo que teníamos, sólo había que mirar hacia el lado correcto.
Alberto Fontaneda guitarra acústica, flauta y voz. Rafael Rodriguez guitarra eléctrica. Alex Cabal bajo. Manolo Jiménez batería y percusión. Mento Hevia teclados y voz.

CARA A:  Descenso en el Mahëllstrong;  Amantes de la irrealidad;  Cobarde o desertor;  Buenos deseos
CARA B:  Marchando una del Cid (Parte I);  Marchando una del Cid (Parte II);  Si todo hiciera Crack;  Epílogo



2 comentarios:

  1. Un disco de una belleza increíble. Los 40 minutos se quedan cortos.
    Gracias por enseñarnos lo que la gente de aquí es capaz de hacer.
    Un beso y hasta el próximo.
    Ciao.

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    1. Eso es lo triste, que se tenga que enseñar aquí, pero bienvenido sea.
      Ciao

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