sábado, 7 de junio de 2014

Surcos del Siglo XXI - 226

Un genio anda suelto y cuando eso ocurre pueden suceder cosas inesperadas que superan lo establecido por la lógica, como este monstruoso regalo.


Bruce Cockburn (The Charity Of Night) 1996


En un artista excepcional con Bruce Cockburn con una producción inmensa de obras los períodos de ausencia se notan mucho más que en otros y eso le ocurrió entre el año 93 al 96, una temporada en la cual el genio se tomó el tiempo para lo que le dio la gana.
Como no suele haber mal que por bien no venga, su vuelta a la creatividad se tradujo en una joya de proporciones brutales, nada extraño en un músico cuya facilidad para hacer magia es tal que no se le supone otra forma de entender la Música, pero que no por ello debe dejarse de valorar.
"The Charity Of Night" es una obra maestra dentro de las barbaridades creadas por Cockburn, un disco absolutamente magistral con once joyas dentro de la joya que subliman otra vez (y ya ni me acuerdo de cuantas van) la calidad del artista canadiense. 
De nuevo la voz de terciopelo de Cockburn nos sumerge en ese letargo maravilloso y dulce que son las letras narradas, contadas con una calidez que no te deja otra opción que rendirte a la evidencia, el enamoramiento por la voz de un juglar moderno que recita, canta, entrega en forma de estrofas cuentos y relatos de cualquier tipo para llevarte hasta su lecho y adormecerte.
Una vez en sus manos la guitarra y el excepcional nivel de sus composiciones hacen el resto, temas que son pura seda, tremendos impactos auditivos en la piel de quien escucha, memorables momentos de sensaciones que acarician los sentidos y te hacen saber que la Música es esa magia que lleva hasta donde quiere.
Arreglos con instrumentos que acompañan esas seis cuerdas de una manera tan brillante como intimista y que crean momentos como suspiros. No se puede eludir el estremecimiento al escuchar "Pacing The Cage", "The Charity Of Night", "The Whole Night Sky"... todas son regalos de un hombre que no se cansa de crear lo que para él es el modo de expresar sus inquietudes, sus necesidades, lo que quiere y lo que ama.
Un disco más, otra joya envuelta en el papel de la calidad para disfrutar de lo que la Música ofrece cuando se habla de ella en forma superlativa y en este caso Bruce Cockburn no suele hablar de otra manera.

Songs: Night Train;  Get up Jonah;  Pacing The Cage;  Mistress of storms;  The Whole Night Sky;  The coming rain;  Birmingan shadows;  The mines of Mozambique;  Live on my mind;  The Charity Of Night;  Strange Waters

2 comentarios:

  1. Querido amigo, no es un disco más. Es la demostración de que no importa la edad para llegar muy dentro. Esa manera de susurrar las letras acompañado simplemente de la guitarra provoca un ambiente tan íntimo que deseas que el tema no acabe nunca.
    No me extraña que alguno y alguna estén locos por este hombre que, tengo que decir, me encantó verlo en directo. Pequeños lujos que se pueden vivir y disfrutar.
    Hasta el próximo.
    Ciao.

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    1. El último juglar que aún canta a las estrellas, aunque la sala esté vacía o el sentido se pierda tras su voz de terciopelo.
      Ciao

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