sábado, 7 de junio de 2014

El Punto Azul


Cualquiera que me conozca sabe que soy fiel seguidor de la máxima "Imaginación al poder" y mientras pueda seguiré con ello porque es lo que me saca de esta mierda en la que vivimos y nos hacen vivir y es ahí donde nadie puede llegarme.

No sé si las ocurrencias se estudian o a alguien les sale y las propone, pero cuando me disponía un día cualquiera a bajar en el ascensor del bloque donde habito y me encontré con el letrero que da cabecera a esta entrada pensé que al menos hay gente que se toma las cosas (incluido el trabajo como es el caso) de otra manera.

Los ascensores son lugares donde las limitaciones sociales y los hábitos no adquiridos más se ponen de manifiesto, pequeños espacios en los cuales necesitas el poco aire que haya y si alguien más se mete contigo se produce un desasosiego inmenso. Ese "Buenos días" y después... miradas al suelo, al techo, búsqueda de la situación que no es, procurar que el bicho este que me encierra vaya más deprisa, ni oler lo que huele por si acaso, no entrar en conversación no vaya a ser que, segundos de angustia encerrados junto a otros seres humanos que son depredadores en potencia, se les conozca o no.

Y de pronto, un día cualquiera, sólo en este habitáculo me encuentro con el letrerito de marras que de un plumazo da solución a las angustias y los agobios, que sin saber cómo ni porqué nos indica lo mejor para esos casos de frustración por no poder escapar. "Mira el punto azul si no quieres hablar del tiempo". Tremendo, sencillo, fácil y además lógico; nada de buscar en el suelo, ni el techo, ni contar las miles de lucecitas que pululan por el habitáculo, por supuesto ni pensar en el espejo que refleja la imagen de los "otros"... no, sólo hay que mirar el punto azul, quedarse ahí hasta que el piso elegido haga que las puertas se abran y adiós muy buenas.

¡¡Qué bien!! ya no tendré que comentar con el pescadero por qué huele a bacalao todos los putos días, él y su señora, ya no necesito decir aquello de "hoy lo mismo llueve" o que me lo digan cuando realmente me importa una mierda, ya no tengo que buscar al crío que se pierde entre las piernas para sonreírle (le suelto el pie y que se entere) ahora con mirar el punto azul todo solucionado, me evado, pienso en alguna melodía y con las nubecillas que se ven dibujadas ya me pierdo yo por esos mundos de dioses paganos y mierdas esotéricas.

Estoy pensando en llevarme un punto azul a mi trabajo, al bar de la cerveza para cuando estoy solo, a la peluquería y donde sea, para mirarlo y no hablar del tiempo ni de nada que no me apetezca nunca más.
¡¡Pon un punto azul en tu vida!!

2 comentarios:

  1. El día que vi esa pegatina en el ascensor de mi casa me pareció una idea genial de los publicistas (eso es lo que pensé).
    La verdad es que se crean situaciones más o menos tensas en estos espacios reducidos porque alguien nos dijo que debíamos ser sociables. Y yo me pregunto, ¿somos menos sociables por dejar que la persona que "viaja" con nosotros en el ascensor pueda pasar unos segundos consigo mismo, sin nadie que lo disturbe?
    La verdad es que en el mundo actual donde todo son llamadas de teléfono, avisos de sms, emails entrantes o whats apps un poco de no comunicación no viene mal de vez en cuando.
    Estoy de acuerdo contigo, pongamos más puntos azules en nuestra vida.
    Un besote.

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    1. Dime dónde además de los señalados porque me voy a llenar de puntos azules ¡¡¡faltaría más!!!
      Besos

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