sábado, 7 de junio de 2014

Surcos del Siglo XXI - 222

Sin nada que temer cuando la Música riega nuestros corazones nos deslizamos por el universo, el único lugar donde somos entendidos al escuchar cosas como esta...


Don Juan Matus (Más Allá Del Sol Poniente) 2010


Segunda visita del grupo peruano, mucho más pulido que sus anteriores trabajos, con una madurez y forma de atacar la Música realmente espectacular y brillante.
Hard duro y sin concesiones en este siglo XXI que nos abruma por todo lo que supone, creaciones trabajadas desde la base con unas concepciones del Rock de siempre, directo, impactante, lleno de energía y poder. Don Juan Matus en plena efervescencia Hard, aplastando conciencias y pegando donde más duele cuando la Música se convierte en un instrumento que vincula la mente con lo que quieres transmitir.
"Más Allá Del Sol Poniente" es casi una obra conceptual, un viaje hacia las estrellas guiados por ese Sol que se va de nuestras vidas cada día, cada suspiro de lo que vivimos en una jornada, un apasionante recorrido por el camino que conduce al lugar en el cual somos nosotros mismos sin nada y sobre todo nadie que nos dicte el cómo, el por qué, porque la manera de soñar es nuestra y así debe ser.
Poderosa la voz de Alex Rojas que ejerce de gurú que guía los pasos, su garganta se alza entre riff que se desmoronan sobre tu cabeza tan oscuros y pesados que aplastan cualquier conciencia, unas letras dirigidas a encaminar a quien las escucha por ese sendero de sonidos mirando sólo en la dirección en la cual la Música se hace la dueña de los sentimientos.
Las guitarras de Manuel Garfias (también encargado del bajo) te estrujan las tripas y el cerebro, absolutamente demencial en los riff recordando lo mejor del Hard Dark en su versión de huida hacia los infiernos, solos lacerantes y mucho más riff que te llevan como un zombie que vaga sin rumbo sólo con la Música en su cabeza y atravesado por las seis cuerdas.
Algunas recreaciones de sintetizadores perdidas en la conciencia y efectos para abrumar más aún a cargo de Richard Nossar con algún alto en el camino de la mano de la flauta y el theremin de Veronik. El pateo definitivo de tu estómago y cabeza corre a cargo de Alfonso Vargas desde su batería.
Gran disco de una Música que no muere, pura y creativa, reminiscencias de décadas gloriosas traspasadas a este siglo que ofrece aún posibilidad para creadores como estos desde cualquier lugar del universo por donde la Música nos llena.

SIDE 1:  Bajo la sombra del árbol de la vida y la muerte;  Kadath / Más allá del Sol poniente;  Ectoplasma;  Mundo alterno
SIDE 2:  Visiones paganas;  Summerland;  Espejismos;  Verde Nocturno / Las horas azules



2 comentarios:

  1. Verdaderamente exquisito, y a rabiar por no poder aguantar por lo maravilloso. Un deleite de los de quedarse con la boca abierta.
    Genial que traigas obras y poderlas disfrutar.
    Besos.

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    1. Sin límites de espacio, tiempo ni lugar, como debe ser cuando se habla de Música.
      Besos

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