martes, 13 de septiembre de 2011

Signatura 400

Otra forma de cultivar la mente llega a nosotros de la mano de Clara, una pequeña entrada sobre un libro que tiene muy buena pinta. ¡¡Que lo disfrutéis!


Apenas 100 páginas componen este libro escrito por Sophie Divry.
Me llamó la atención la banda que lo envuelve: “Escribir es sexual. Uno no se encierra diez horas al día para escribir si todo le va bien en la vida…”
Se comienza a leer y no se puede dejar. Quizás el hecho de que el libro conste únicamente de un párrafo (no tiene más que un punto y aparte, el punto final), haga que se avance y se avance llegando al final en una sola tarde.

La protagonista, una bibliotecaria de mediana edad, comienza a hablar con un hombre que se ha quedado encerrado en la biblioteca durante la noche. Comienza apabullándole, si, esta mujer apabulla con sus comentarios, con los datos sobre signaturas de clasificación de libros. En cuanto se siente más o menos cómoda con su interlocutor comienza a sacar todo lo que lleva dentro desde hace años, su no relación con sus compañeros de trabajo, con los lectores que acuden a la biblioteca, sus opiniones sobre la política cultural del alcalde, y poco a poco van aflorando sus sentimientos, el desamor, el amor no correspondido…

El ritmo de lectura es ágil, dinámico, muestra a una velocidad de vértigo todos los aspectos ocultos de una “mujer invisible” para el resto de sus conciudadanos, una mujer ¿neurótica?, ¿decepcionada de la vida?, ¿simplemente sola? La lectura de este libro deja al final una colección de sentimientos hacia ella: ¿ternura?, ¿tristeza?, ¿autorretrato?
Os invito a leerlo y a descubrir el interior de “la responsable de la sección de geografía”.

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