miércoles, 12 de octubre de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCCLXXXVII

Artista que bebió de todas las fuentes habidas y por haber y se deslizó por el Soul más melódico en una trayectoria impecable.


Curtis Mayfield (Super Fly) 1972


Parece mentira que un tipo de Soul melódico, más ligero y con menos impacto desde el punto de vista interpretativo (que no de la calidad) como el que creaba Curtis Mayfield, sirviera en esta su tercera entrega para ser la B.S.O. de una película de blacksplotation en el sentido más puro del término, con toda la testosterona, el sexo y la violencia típicas de un film de este género.
No era extraño que a los artistas negros, especialmente de Soul, Funky, les ofrecieran crear este tipo de obras para que todo quedara "en casa", pero bien es cierto que el talento compositivo de Mayfield solía moverse por otros derroteros.
Aún así, al margen de imágenes y ventas de razas, el disco es un gran trabajo del Soul más melódico y dulce, con ese ritmo que se acerca mucho a lo que se fue transformando en la Música disco y el funky más puro realizado por otras bandas de claros inicios en el Soul.
Despliegue de instrumentación, orquesta incluida en pasajes de búsqueda de emociones, con la banda clásica alternando los vientos con las cuerdas, esos riff de guitarra que llevan el ritmo en cada golpe, y por supuesto la voz de Curtis por encima del bien y del mal, controlando a la perfección esos tempos que tan bien manejaba. Una garganta excepcional en lo que mejor hacía, susurrar cantando y recitar de manera íntima las estrofas, haciendo que cada palabra te vaya haciendo suyo con esa sensibilidad abrumadora.
La evolución (lógica o no ya es otra forma de pensarlo) del Soul desde la energía, la entrega en cuerpo y alma a los temas y el desgarro por la búsqueda del mensaje, hacia los sonidos planteados como una caricia, que no desperdicia la forma de comunicar pero que lo hace desde la ensoñación.
Si te gusta este alimento para dioses que es el Soul, no desperdicies la oportunidad de disfrutar con otro de los grandes, desde su mirada más calmada pero con el impulso de su talento entregado a la Música eterna.

SIDE I:  Little child runnin wild;  Pusherman;  Freddie's Dead;  Junkie chase
SIDE II:  Give me your love;  Eddie you should know better;  No thing on me;  Think;  Superfly


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