miércoles, 12 de octubre de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCCLXXXIX

Y Dios se hizo hombre, y se convirtió en cantante de Soul. Por eso, y por mucho más, nos visita el hombre que creó un estilo.


Sam Cooke (At The Copa) 1964


El hombre que transformó un estilo de Música en algo llamado Soul, que incendió los cimientos de los prejuicios haciéndose empresario y creando su propia compañía musical, al margen de razas y encima siendo negro. El cantante que dejaba en evidencia a demasiados por su talento, su voz y su maravillosa manera de actuar, nos visita en una grabación mítica que fue ya en la época un reto a todo lo establecido.
El local Copacabana, en New York City, era un escenario idóneo para que los grandes cantantes se reivindicaran como tales y enaltecieran su persona, su fama y su nombre más allá de los propios mitos. Con una audiencia exquisita, blanca y de poder económico, que un negro rebelde y luchador por los derechos de su raza actuara allí era un reto inmenso que podía hacer que cualquiera llegara a los infiernos.
Sam Cooke necesitaba esta actuación, sabedor de que además era una noche para el recuerdo en forma de programa de televisión y de disco. Quizás él lo necesitara más que los que amaban su Música y lo que había conseguido con ella, porque a fin de cuentas Cooke era una leyenda viva entre la comunidad negra y entre los blancos que no veían en su talento otra cosa que no fuera Música.
"At The Copa" es un disco excepcional, una joya del directo grabado en una época oscura, convulsa y difícil, una grabación realizada por un genio en estado de gracia que se podía enfrentar a cualquier cosa. Impecable, lleno de matices, con un vocalista único haciendo lo que sabía por encima del bien y del mal, con una audiencia que podía masacrarle o llevarle a los altares. Si hay un pero en este disco, es la sensación de Sam Cooke de dar lo que le daba la gana, pero de no darlo todo porque no era su público. Y no quiero caer en el error de pensar que lo que se escucha no sea lo que quería el músico, porque todo lo que da el disco es Sam Cooke en estado puro, soberbio, excepcional, único, pero el alma, eso que no se ve, que se siente si la Música va más allá (como es el caso de todo lo que rodeaba a este mito) se retiene un poco, quizás...
Los golpes en el micro, el tú a tú con la audiencia, las risas que salen cuando el público entra en éxtasis, los ritmos ajenos a las canciones se me antojan menos intensos (que no inexistentes, porque eso era imposible de concebir por Sam Cooke) que en ese otro diamante en vivo llamado "Live At The Harlem Square Club", donde el público era por quienes luchaba en sus alegatos sociales, pero salvo por esto... todo es una manera única de llegar al paraíso a través de la Música, el Soul, Sam Cooke.
Pero todo esto es la opinión de quien suscribe, y el amor por este hombre único y lo que me da al escuchar "At The Copa" es tan superlativo que ni siquiera me llega la duda cuando sus canciones inundan mis sentidos, porque es tal el nivel que demuestra, es tan exagerada la barbaridad de lo que hacía, que los matices resultan ridículos cuando el placer te inunda porque la Música es magia, seda, enormidad... 
Y así, con todo, los temas donde su banda se destacaba y no hay tantos arreglos de la orquesta impuesta por el local suenan de un descarnado que sublima el arte del directo. Brutal en la exhibición vocal de "Frankie And Johnny" (donde sí golpea el micro) uno de sus temas estrellas, "Twistin' The Night Away" (para levantar a un moribundo) el alegato escupido a la cara "Blowin' In The Wind", el ritmo hecho canción llamado "If I Had A Hammer" con sus 6'10'' de pura orgía (literal)  y sobre todo, demostrando lo que era como cantante y front man único, ese "Medley" que le hace ser Dios convertido en cantante, hablando, jugando, cantando, recitando...
El primer disco oficial de Sam Cooke en directo (el otro fue editado veintiún años después de su muerte) demuestra por qué era único, inimitable, imposible de repetir y una huella dejada en la Música universal y sobre todo en un estilo que marcó mucho más allá de la propia Música.

SIDE 1:  Opening Introduction;  The best things in life are free;  Bill Bailey;  Nobody Knows You When You're Down And Out;  Frankie And Johnny;  Medley: Try a little tenderness/For sentimental reasons/You send me;  If I had a hammer
SIDE 2:  When I Fall In Love;  Twistin' the night away;  This little light of mine;  Blowin' in the wind;  Tennessee waltz

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