sábado, 3 de mayo de 2014

De Vinilos y otras Glorias MXXIV

Un pequeño clásico que lo es por méritos propios y como a eso aúna lo efímero que fue su paso por los sonidos todo se conjuga para provocar que sea único.


Day Blindness (Day Blindness) 1969


Como me gusta mucho cuando se hace así pues comento de manera más fuerte y haciendo hincapié que la guitarra de "Day Blindness" provoca esa dimensión que requiere la Música del grupo, un Rock Psycho tremendo que nos abruma con su intensidad.
En formato de Power Trío se detecta inmediatamente el poder de las seis cuerdas manejadas por Gary Pihl que ya sea marcando ritmos con sus compañeros a base de riff (lo menos, porque lo suyo es otra cosa) ya sea a través de su talento con los solos nos lleva de la mano por los rincones más insondables de esta Música preparada para llenarte de gloria y pasión las entrañas. Tremendas las exhibiciones que se marca en los temas, solos de Acid Guitar memorables o limpios de polvo y paja que surgen rabiosos por el altavoz derecho para que te deslices hasta las estellas.
Pero hay algo más en Day Blindness que les hace especiales, ese órgano tocado con maestría por Felix Bria que si bien no le quita el protagonismo a la guitarra sí que provoca su escucha constante envolviendo todas las composiciones con su sonido tan particular y emotivo. Algún solo que nos transporta a esos sonidos tan amados de gente como The Doors y en lo demás un guardaespaldas perfecto para que Pihl vaya a lo suyo. Se encarga del bajo sin esfuerzo como apoyo a la sección rítmica que desde la batería de Dave Mitchell marca perfectos ritmos de puro Rock para no perderse en otras veleidades.
Las voces, llevadas por los tres músicos casi siempre en coros, provocan momentos de bellos pasajes dibujando los pasos a esos instrumentos que no se detienen ni un instante.
Ocho temas poderosos, llegados desde las entrañas de un grupo que nos va haciendo suyos tanto en los desarrollos de temas enormes (la barbaridad de entrada con ese descomunal "Still Life Girl" asusta y la despedida con esa jam de 12'30'' llamada "Holy Land" es para temblar) como en esos suspiros de poco más de dos minutos que son preciosas cabalgadas para ir soñando despierto a golpe de buen Rock.
Tremendo disco para disfrutar y gozar con la buena Música del Psycho más desgarrador y contundente, lanzarse al vacío y dejar que los sonidos te sostengan en el aire hasta que decidas bajar.

Side I:  Still life girl;  Jazz song;  Midlle class lament;  I got no money;  House and a dog
Side II:  Live deep;  Young girl blues;  Holy Land



4 comentarios:

  1. Acabar totalmente seducida es la sensación que he tenido escuchando esta inmensidad sonora, con ese toque tan peculiar que me ha encantado.
    Un beso.

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  2. !Venga, venga que hay que darle marcha al cuerpo! y desde luego no sé si en esta ocasión (la música) va a llegar a ser mi mejor amante pero que me está dando un buen meneo !ya te digo!
    Hay que reconocer que es un discazo como la copa de un pino.
    !Estoy entusiasma..da!.
    Besos.Besos.Besos.

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    1. Lo bueno del Rock cuando se siente al vibrar es que no hay rincón del cuerpo que no se estremezca, no hay sentido que no lo viva y eso es...
      Besos

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