jueves, 1 de mayo de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MXXII

Seguimos caminando por esos mundos que los sonidos nos brindan y que, al menos a mí, no me defraudan.


The Orient Express (The Orient Express) 1969


De lo que no cabe duda es que The Orient Express es un grupo nacido y parido en los USA porque allí se gestó y grabó el disco homónimo que nos visita en este "Paseando Por Los Sueños" pero que debido a los orígenes de sus componentes tanto linguística como territorialmente es una obra que podría haber salido del lejano Oriente como parte de esa cultura ancestral que deja la marca de sus influencias es un hecho tan innegable como el otro.
Irán, Centro Europa y América se dan cita en este disco de Psycho puro de los que buscaban unir culturas, religiones (me atrevo a decir porque era algo casi indisoluble en según qué casos) y lenguas con todo lo que era la cultura moderna del Pop Rock que en esas épocas de tanta libertad creativa daba lugar a este tipo de intentos en algunos casos como el que tenemos entre manos de manera realmente brillante.
Tan sólo hay que echar un vistazo a los miembros del grupo y los instrumentos con los cuales nos regalan este disco de sensaciones orientales para saber que no había duda en su intento y logro por conectar a través del infinito de los sonidos con las reminiscencias más ancestrales junto a la creatividad que se permitía. Un disco que por su propio concepto es un viaje, un paseo más allá de la imaginación a través de los espacios que recorren el universo desde el cual se crea hasta el que siente sus orígenes, interpretando el viaje como una vuelta a los lugares donde todo comenzó (algo que nos dejan muy claro con los propios títulos de las canciones en las que se refleja lo comentado, "Fruit Of The Desert", "Birds Of India", "Train To Bombay", "Caravan Of Silk")
No es casualidad y no se esconde nada, el viaje es un hecho y a través de él intentamos llegar hasta lo más profundo de una cultura milenaria ayudados por el sonido del sitar, el minitar, las percusiones orientales y por supuesto los momentos en los cuales las voces dejan la lengua que se supone y se recrean en el hindú o el francés más antiguo.
Una prueba más de lo infinito en el espectro de los sonidos que nos llenan, un disco de fascinación más allá de la propia Música, una búsqueda, un viaje, un deseo para que nada quede encorsetado en las fronteras que nos imponen y se pueda volar hasta donde uno quiera.
Guy Duris, oud, sitar, voz. Bruno Giet minitar y voz. Farshid Golesorkhi, melódica, percusión y voz.


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