jueves, 26 de mayo de 2011

Mi Amor

Una ola de calor sofocante en aquella tarde de principios de junio le arrebató las pocas fuerzas que le quedaban al llegar a lo alto del cerro. A duras penas llegó hasta el caño herrumbroso de la fuente, hizo un cuenco con sus manos y bebió hasta quedar saciada y rendida.

La sombra del castaño centenario la invitó a sentarse a sus pies. Cerró los ojos y sintió la brisa  que anunciaba la llegada de una tormenta. El viento giró en torno a ella trayendo consigo las notas de una canción que le traía maravillosos recuerdos. La melodía envolvente, lenta, de “Samba pa ti” se iba adentrando en su alma enraizando y llenándola entera.

Por un momento no sintió nada que no fueran esas notas tan suyas hasta que de ellas emergió la voz cálida y suave que en otro tiempo llenó sus sueños. Pero esta vez esa voz sonaba más cálida, y más penetrante, más seductora.

“Mi amor, pareces cansada. Ven, siéntate a mi lado y reposa tu cabeza en mi hombro. Déjame abrazarte. Mis brazos te protegerán y te darán cobijo.
Si, mi amor. Siente mi corazón y acompasa el tuyo al mío, déjalos que se unan en una danza eterna que los haga sentirse, vivirse, amarse.
Ay, mi amor. Déjame gritar tu nombre, ese que en otro tiempo no podía salir de mi boca y brotaba a través de mis lágrimas dejando tu rastro en mi mejilla.
Deja libre tu cabello, mi amor, permite al viento jugar con él, que atrape tu aroma y lo traiga a mí. Necesito llenarme de él.
Mi amor, mi amor… Alza tu mirada y muéstrame ese brillo de tus ojos que me decían te quiero, me sonreían y me hacían ser el hombre más feliz de la tierra.
¿Sientes frío? Toma mi calor, hazlo tuyo, como otras veces hiciste tuyo mi cuerpo.
Dejémonos empapar por la lluvia que aparece tímida tras las ramas de este árbol que fue testigo de nuestro amor. Dejemos que nuestras almas se disuelvan en esa lluvia  y juntas fluyan como fluye el agua de esta fuente  que nos arrulla con su eterna canción.
Ya está, mi amor. Ya somos uno. Ahora no hay nada que temer.  Por fin somos libres, somos uno, somos una misma canción que flotará en el aire sin que nadie pueda pararla.
Mi amor…."


Clara envía un poco de sensibilidad, como protagonista escribiendo "Sueños" no sólo siguiéndolos.

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