Dejándome llevar por la alegoría de la inconsciencia, tomo el mando de la nave que dirige mis sueños y parto rumbo a esa galaxia lejana, muy lejana, allá en los confines del universo desconocido, para sepultar mi forma de ser no deseada, esa que a lo largo de los milenios me ha hecho parecer un equidistante ser en los lugares comunes de las grandes reservas mentales de la humanidad (esas que, todo sea dicho, se van agotando a marchas forzadas)
Puesto que tras lo dicho parto a este viaje astral más cerca de lo que no es que de lo que debería ser, mi ausencia queda cubierta por el envoltorio que todos podéis ver, o sentir, o detectar como parte de lo que os acompaña, y que será el que guíe de forma clara y a poder ser diáfana, los "Paseos por los Sueños" que a partir de ahora daremos para recorrer el mundo de lo mórbido, lo irreal, lo que deseamos y no podemos tener, ese puente hacia la nada tendido por nuestras almas plenas de armonías inconexas.
Dejaremos que nuestros entes se empapen de las maravillosas melodías que figuran en nuestros sueños, haremos que nos envuelvan en un sin fin de danzas al son de las cuales nos dejaremos llevar para sentir la ingravidez de lo mágico, nuestras entrañas se harán una sola con los rítmicos sonidos que partiendo de los genios poseerán nuestros deseos.
En fin, estaré a pesar de no estar, seré más allá de lo que no soy, podré seguir preservando mi aura aunque vague sin rumbo fijado hacia las estrellas, esas que acogerán con cantos de sirena lo que nunca podré alcanzar.
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