sábado, 7 de mayo de 2011

Albino de Alma Negra

Un placer para mí hablar en breves líneas de uno de los músicos que más me enamoraron siendo un crío, al que veneré por su sentimiento y tuve la fortuna de ver y oír cuando, ya de vuelta de todo y jugándosela en el escenario, aún se aferraba a su guitarra para hacer lo único que sabe, tocar maravillosas melodías de blues y rock'n'roll (pero menos)


Dicen que el Blues es la Música de los negros, porque es la Música de los oprimidos, de los que sufren... de los campos de algodón quemados por el Sol, pero la Música es universal, y la capacidad de los Grandes para hacer y crear gloria que nos regalan los oídos hace que cuando alguien tiene calidad, clase, pueda (sin temor a estar fuera de lugar) llevar la Música a extremos un poco incomprensibles para los que encasillan estilos, formas, colores, y de vez en cuando lo que supone cerrado se abre, y aparecen genios que se saltan todas las barreras.
Johnny Winter es blanco, y además albino, pero desde su sombrero tejano con cabezas de serpientes y sus ojos semicerrados por las luces que dañan su piel,  este excepcional guitarrista es capaz de estar a la altura de los más grandes “bluesmen” de la historia (reconocido por Músicos, los que realmente saben) y es capaz de crear impresionantes composiciones de Rock para recrearlas por los mástiles de sus guitarras, instrumento en el cual Johnny posee la licenciatura “cum laude”. Pero además este albino de oro, maravilloso vocalista sin estilo definido que grita y rasga lo que puede, se rodea de Músicos negros y blancos, y crea con ellos mágicas composiciones que recrean lo que la Música es a fin de cuentas, un mundo sin limitaciones cuando los genios toman la batuta.
Johnny Winter es otro de esos casos de supervivientes que ya vienen de vuelta de todo, con una impresionante carrera que en principio se dejaba querer un poco más por el lado rockero de la historia, con unos magistrales primeros discos de pura fuerza, donde un maestro como él desarrollaba todo el saber que llevaba dentro, y unos directos (¡joder con los directos de este tío!) que te llevaban al éxtasis total, sin un momento de respiro, composiciones de diez, quince, doce minutos en un alarde de virtuosismo y energía que se han convertido en clásicos de la Música, joyas de coleccionistas como su “Captured Live”, “And Live”... donde el albino de oro se presentaba en su estado puro, salvaje, genial.
Época de oscuridad y autodestrucción personal y en el filo de perderse como persona y perderlo como Músico, pero otro “Ave Fénix” (otro de tantos, otro como muchos) y la recuperación del guitarrista tejano de la mano de bluesmen de leyenda, como Muddy Waters, nos dio la oportunidad de disfrutar de una de las carreras más fructíferas y excepcionales de la Música, alumno aventajado de los Grandes del Blues, maestro indiscutible de muchos músicos que han visto en su técnica y su obra una fuente de inspiración (sean blancos, negros, amarillos o azules); fue al  volver casi del más allá cuando se entregó de lleno a esa segunda etapa en los estudios de grabación, y el Blues llenó los espacios de su guitarra, y parió obras inmensas acompañado de Músicos inmensos (blancos, negros, amarillos o azules) pero por fortuna no dejó el directo, su increíble directo, con su sombrero tejano con cabezas de serpientes, su cuerpo repleto de tatuajes alegóricos y sus ojos semicerrados por las luces, ese directo donde vacía la genialidad que lleva dentro, porque Johnny Winter es un Músico, un creador, un artista de Rock, de Blues (pedazo de “bluesmen”) y es blanco, y es albino, y es genial.
Nosotros también cerraremos los ojos y así no veremos colores, no tendremos prejuicios, sólo escucharemos tu Música, la Música de Johnny Winter.


2 comentarios:

  1. JOHNNY WINTER "alma viva" del blues y un animal sobre el escenario, capaz de ofrecer un directo para poner los pelos de punta, con categoría con la perfección del que sabe lo que hace porque la genialidad no merma cuando se cultiva, y se lleva como esencia de toda una vida dedicada a la Música. Todo un lujo.

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  2. Vimos y vivimos a este "animal" de la Música, a punto de irse y aún haciéndonos ir. ¡¡¡Maravillosos instantes!!! algo realmente inolvidable.

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