domingo, 30 de junio de 2019

Música


Ya soy ligero como la brisa que me envuelve, no pueden tocarnos, no mientras nuestras manos sigan buscándose, las almas desvaneciéndose en los sueños y las fantasías ocupando cada espacio en el contorno de nuestras vidas. 

El río cubre en su regazo los deseos más ocultos, esas mentiras que no podemos fingir y que nos hacen estar junto al otro, queriendo saborear el flujo de vida que corre por nuestras venas al escucharnos, encerrados en un espacio que sólo tú y yo conocemos.

Duermo sobre espinas cuando te deseo y no te encuentro, grito a la nada tu nombre empapado en mis historias, busco tras las esquinas tu rostro encendido por la pasión que nos envuelve, vuelo con tu cuerpo unido al mío hacia nuestros sueños, más allá de cualquier razón, inmerso en el imposible de tu mirada.




A la Gatita que nunca maullará

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