sábado, 26 de abril de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MVIII

Vamos a dejarnos llevar por la euforia de lo bello y nos "Pasearemos Por Los Sueños" de algún que otro artista a los cuales la inspiración les sobra.


Euphoria (A Gift From Euphoria) 1969


Si decimos que este disco es una joya podemos quedarnos cortos, porque el monumento musical que representa "A Gift From Euphoria" supera lo que la imaginación inventa al ponernos delante de esa carátula con sus protagonistas mirándonos.
Belleza, inspiración y talento se unen en esta obra de la Psycho más excelsa en la cual se entremezclan sin ningún tipo de problemas (y mucho menos de pudor) diversos estilos aportando cada uno al disco ese toque especial y detallista que lo hacen único.
Costa Oeste de inspiración Psycho con ramalazos maravillosos de orquestaciones y arreglos en momentos de calma y suavidad musical que contrarrestan con dosis de experimentación en pleno territorio Country Rock y ese delicado sentir de la Música que se hacía por la zona.
Las guitarras pueden pasar de un susurro que acaricia la piel (las acústicas de "Lady Bedford" son para morirse) hasta esos momentos de furia desatada a base de efectos y desgarros que se te meten por la piel con el fuzz arrancándote las entrañas; dueñas indiscutibles de la fiesta no dejan de adentrarse en tus sentidos, por un lado o por otro da igual y además en mi caso me dejo hacer porque soy muy fácil para esto de aceptar la genialidad.
Los momentos orquestales se transforman en belleza que abruma por la delicadeza con la que son tratados, como esa introducción que absorbe llamada "Lisa" o ese instante que rompe la dirección tomada por la obra y que eleva y eleva "Young Miss Pflugg". Las voces son simplemente geniales, aparecen sobre la Música o a través de ella, delicadas y emocionantes sólo hay que dejarlas para que te enamoren entre esa amalgama de sonidos que parece no tener final.
Un disco completo, absolutamente genial que gana cuanto más se escucha porque su diversidad lo hace complejo pero a la vez cercano, y acostumbrarse a él se logra haciéndolo tuyo, pero una vez así es imposible dejarlo. Una joya en estado puro, un disco tan diferente como habitual por lo que te llega, magia y seda mezcladas para poder llevar a las estrellas.
Hamilton Wesley Watt Jr. y William D. Lincoln nos dan una pequeña demostración de talento y la capacidad para llegar hasta donde uno ni se imagina, desde la originalidad del propio concepto pasando por la escritura de la obra y esa interpretación que no para de sorprender, simplemente brutal y genial.

A: Lisa;  The Stoen River Hill Song;  Did you get the letter;  Through a window;  Young miss Pflugg;  Lady Bedford;  Suicide on the Hillside, sunday morning, after tea
B:  Sweet Fanny Adams;  I'll be home to you;  Sunshine woman;  Hollyville train;  Docker's song;  Something for the milkman;  Too young to know;  World





Para mi Amor, que me pilló escuchándolo 

2 comentarios:

  1. Terciopelo en las voces y seda en las melodías, todo lo que se puede pedir a una caricia como esta, para poner la piel a punto y dejarte un vuelco en el alma.
    Fantástico.
    Besos.

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