De Vinilos y Otras Glorias CMLXXXII

Una vueltecita por el país de Centro Europa donde tantas cosas se han cocido y muchas buenas, todo sea dicho.

Frumpy (All Will Be Changed) 1970

Frumpy fue una formación alemana de Prog. clásico y melódico que nos dejó dos obras de valor para poder apreciar las influencias que esta Música había provocado en grupos allende las Islas, porque este "All Will Be Changed" aunque pueda parecer lo contrario no es el típico disco de Krautrock al uso de las bandas alemanas haciendo Prog. es un artefacto de corte absolutamente inglés, no sólo porque las canciones estén en la lengua de Shakespeare algo que otros grupos hacían, es que la composición, la textura de los temas y su forma de interpretarlos están clarísimamente unidos a las formas del Prog. sinfónico y melódico de las Islas.

Disco basado en el trabajo realizado en los teclados por Jean-Jacques Kravetz que es el pilar musical de la obra (de hecho en el grupo no hay sonido de guitarras) al estilo de algunos grandes que desechaban la parte de las seis cuerdas para dar énfasis a esa manera barroca de creatividad que nace de estudios y formaciones clásicas. El órgano, el clavicordio, el piano y demás instrumentos de teclados se hacen dueños y señores de todo lo que acontece especialmente en las dos grandes suites que jalonan el disco en las cuales los solos de dichos instrumentos se van alternando sin cesar como en "Rosalie Part I"-"Otium"-Rosalie Part II" 14'27'' de orgía instrumental con teclados y sección rítmica en la cual de vez en cuando la voz de Inga Rumpf nos recuerda que la sensualidad existe. "Floating Part I"-"Baroque"-"Floating Part II" con sus 16'29'' es la otra suite en la cual todo es posible mientras los sueños sigan vivos, incluidos pasajes de percusiones exóticas que rompen el ritmo de la obra para retomarla de nuevo a golpe de órgano y mellotrón.

Una sección rítmica solvente y a punto a cargo de Karl-Heinz Schott en el bajo y la percusión y Carsten Bohn a la batería dan la réplica como acompañamiento a esos teclados que no se detienen en ningún instante como en la entrada de la segunda cara "Morning" que define mucho de esa intensidad.

Un disco de Prog. al uso para disfrutar de un estilo más sinfónico, momentos de rabia contenida en chirriantes piezas para teclas infinitas y una voz que podía hacer más porque la chica poderío tenía, pero lo instrumental se come lo que no lo es...