domingo, 6 de abril de 2014

De Vinilos y Otras Glorias CMLXXXI

Un joya, a partir de aquí lo de siempre, cerramos el chiringuito y nos vamos para que el resto lo diga el artista, que es como debe ser.


Damon (Song Of A Gypsy) 1968


Lo digo otra vez porque sino casi que no se me cree (llegados a este punto que me crean o no ya va siendo algo un poco secundario, pero por si acaso) pero "Song Of A Gypsy" es una joya del Psycho más abrasador y ácido basado en el talento de su autor David Del Conte conocido en el mundo de los sonidos como Damon que tras su voz sensual y emotiva esconde todo el talento que surge de los surcos de este inmenso trabajo y después lo lanza a las estrellas para que sea disfrutado como se merece.
Una voz que nos deja hipnotizados por su tremenda capacidad para susurrarnos en cada estrofa, cada palabra que se derrama por la piel como si una suave brisa te acariciara durante todo el disco, una garganta prodigiosa y sobre todo perfectamente usada por Damon que arrastra al resto de los instrumentos hacia donde quiere, quizás con la salvedad de esa guitarra ácida y Psycho total que se marca solos y solos tras las palabras, manejada con destreza por Carey que es lo único que parece estar en el mismo plano de lo que nos cuenta Damon.
Misterioso, enigmático, lleno de recovecos cuando canta y modela su voz hacia esos destinos de misticismo eterno que parece sugerir como un viaje fascinante que no quiere acabar nunca. Me resulta curioso pero la sensación que tengo al escuchar el disco es de una continuidad en la obra enorme, como si el corte entre los temas fuese una excusa para descansar la voz y se uniera a la guitarra en el solo ácido y exuberante del siguiente tema, un viaje unido en cada canción sin pausa para los sentidos que van pidiendo la siguiente entrega.
Por eso creo que el disco hay que escucharlo como un todo, no encuentro temas que destaquen porque todos son joyas dentro de la joya global que es este "Song Of A Gypsy", un perfecto puzzle formado por esas piezas que abruman por la belleza de la propuesta, realmente maravilloso.
El resto de los instrumentos realizan su labor sin estridencias ni momentos de destacada exigencia, quizás porque no hace falta y sobre todo porque creo que el disco está pensado y creado para lo que es y esa voz y las seis cuerdas se bastan y sobran para todo, salvo momentos de conjuntos corales inmensos y percusión cálida y sensual acorde a todo lo que se nos ofrece.
Una delicada manera de hacer el amor con los sentidos y desde ahí hasta donde quieras, una joya para degustar sin pensar en nada que disturbe.

A:  Song of a Gypsy;  Poor poor Genie;  Don't you feel me;  Did you ever;  Funky funky blues
B:  Do you;  The night;  Feel your love;  Birds fly so high;  The road of life 



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