domingo, 13 de abril de 2014

De Vinilos y Otras Glorias CMXCII

Una de esas obras que uno se encuentra porque el destino y quien ayuda a que se mueva quiere que ocurra, y después de eso ya nada es lo mismo.


Brian Davison's Every Which Way (Brian Davison's Every Which Way) 1971


No sabría cómo definir este disco que nos visita a nuestro "Paseando Por Los Sueños" si comento como así lo siento que se trata de una joya. No es fácil después de ser contundente en ese sentido decir qué, cómo y de qué manera, pero bueno, al final cada joya es también parte de un todo en este maravilloso universo al cual llamamos Música.
Una joya de Prog. tan maravillosa y visceral como increíble en su construcción y por supuesto la interpretación, un disco nacido como proyecto del gran batería Brian Davison tras dejar The Nice y que unido a un grupo de músicos excepcionales, especialmente ese escritor de temas maravilloso y vocalista llamado Graham Bell, nos regala una belleza de la cual sólo se podría pedir que no acabara nunca porque una vez que la primera nota acaricia tus oídos estás atrapado en la magia que desprende y la calidad con la que todo fluye.
Si se puede comenzar un disco con un trallazo del calibre de "Bed Ain't What It Used To Be" que se convierten en 9'30'' de seda y belleza para los sentidos y además mantener ese nivel a través de las otras cinco composiciones no puede ser de otra manera, todo es un magno espectáculo de Música de nivel, calidad sin límites e inmensidad sonora.
La sensación de levitar a través de esos sonidos llevados de la mano de una voz increíble como la de Bell y que con la percusión casi rozándote la piel puede dirigirnos a través de temas de caricias y susurros es constante, "Castle Sand" mantiene ese letargo en el cual la mente vive durante la escucha del disco y casi sin darnos cuenta "Go Placidly" y sus acústicas y flautas de seda nos invitan a girar el vinilo tras otra sensación de belleza inmensa.
La cara B no se separa ni por un instante de toda esa sutileza, y los 8'54'' de "All In Time" que parece estallar en un impacto sonoro se va sosteniendo para que todo te vaya meciendo al igual que ese toque a la fibra llamado "What You Like". El final con "The Light" es un recordatorio a ese Prog. elegante, con clase y estilo que sólo los grandes se pueden permitir, un instante de permisibilidad para las seis cuerdas de Hedley y de nuevo la voz...
Una guitarra que no se desmanda en ningún momento pero que da el toque justo cuando John Hedley la maneja con dulzura, la flauta de Geoffrey Peach es una constante invitación al placer y el sugerente modo de usar la percusión de Brian Davision junto al bajo de Alan Cartwright hacen de la sección rítmica el vehículo perfecto para perderse en el infinito.
Un disco que simplemente se debe disfrutar, es tal la calidad que atesora que todo lo que no sea sumergirte en su genialidad está de más y degustar algo como esto es una sensación de placer sensorial como pocas.
¡¡Huye de la monotonía!! aún hay cosas que nos hacen ser diferentes y saber sentir algo como "Brian Davison's Every Which Way" es una de ellas.



2 comentarios:

  1. Un escalofrío es el aviso de que algo muy especial te va a acariciar el alma, que vas a sucumbir a la magia, algo te dice que si, que se puede volar... Indescriptible por lo maravilloso. Verdaderamente una preciosidad.
    Besos.

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    1. Uno de esos discos que se convierten en favoritos sin esfuerzo.
      Besos

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