miércoles, 9 de abril de 2014

De Vinilos y Otras Glorias CMLXXXVII

Sin cambiar de estilo pero viajando por los confines de la memoria, nos vamos a lugares en los cuales el Mare Nostrum regaba de inspiración a los músicos.


Murple (Io Sono Murple) 1974


Desde la Ciudad Eterna, entrada ya la década gloriosa en la cual los sonidos del Prog. llenaban los sentidos y los músicos dedicados a ello buscaban nuevas formas de expresión, nos aparecen Murple, un grupo con una vida tan efímera como interesante en sus planteamientos.
Creadores de un único trabajo en el cual las ideas de los intérpretes se convirtieron en una obra conceptual (de hecho las copias del disco contaban en un insert la historia a través de las letras del pingüino Murple) que según se mire son exclusivamente dos temas desarrollados instrumentalmente hasta la saciedad y a su vez compuestos por partes dentro de cada tema que van uniendo la historia hasta su finalización en una explosión de sonidos o por otra parte como puede dejar entrever el propio disco en su portada doce temas que (eso sí, sin dudarlo) forman todo ello un puzle encajado perfectamente como un todo sin fisuras.
Todo el disco se sustenta en el tremendo trabajo de los teclados de Pier Carlo Zanco, que consigue un sublime equilibrio entre momentos solistas en los cuales el piano y el órgano marcan la pauta y emociones que rellenan todo lo que se escucha creando ambientes para el desarrollo de la historia y la guitarra de Pino Santamaría que tanto en los ritmos donde el toque Prog. de ascendencia inglesa se percibe sin problemas como en los solos llena las largas pausas instrumentales de toda la obra.
En mi opinión lo mejor del disco y que realmente es el signo que más me apasiona de la Música Prog. la estructura de obra conceptual se convierte en belleza en base a los inmensos y continuos cambios de tiempo y ritmo que van alternando sin ningún pudor (y muy bien por cierto) tanto la electrónica y los momentos digamos modernos con algunos clásicos (especialmente el pianoforte al cual Zanco le saca quejidos de tremenda belleza) todo esto consigue que la parte instrumental de “Io Sono Murple” se convierta en una enorme orgía sensorial donde la Música llena el espacio y los sentidos, a diferencia de las partes vocales que es donde la obra se resiente un poco.
En definitiva un disco de buen Prog. italiano en el cual se siente las particularidades de la Música venida del Bel Paese con inmensos desarrollos instrumentales y por supuesto y es lo que en mi opinión más debe valorarse la idea de concepto y el desarrollo del mismo hecho con mucho gusto.
Para disfrutar de la Música, no abstraerse de ella y vivir los sueños que uno se proponga a través de los sonidos.
Mario Gabardino bajo. Pino Santamaría guitarra y voz. Duilio Sorrenti batería. Pier Carlo Zanco voz y teclados.



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