sábado, 9 de marzo de 2013

Surcos del Siglo XXI - 34

Algo emotivo para volver a esos Surcos que nos gustan tanto, aunque sólo sea a nosotros y algunos de esos que siguen nuestra locura.


Boris With Michio Kurihara (Rainbow) 2006


Por si acaso alguien no se ha dado cuenta nos adentramos en terreno dominado por músicos nipones, esa especie tan particular y afortunadamente lejos de extinguirse que cuando les da por sentir y sacar talento de ese que sólo se entiende si eres de por allí o dejas tu mente en blanco por aquí hacen barbaridades como la presente.
Ya sé que quizás me quede sólo o con los dos de rigor en el placer de presentar esta obra, una suerte de Música experimental y psycho Rock del más alto nivel, pero me apasiona adentrarme en terrenos inexpugnables para demasiados por no querer... y me encanta más aún saber que eso que es lo que no parece me llena.
De la unión del grupo de Música experimental Boris y la leyenda de la guitarra japonés Michio Kurihara (un guitarrista genial que deambula por los caminos que le da la gana porque se lo puede permitir, aunque se prodigue más en la Psycho y buscando nuevas formas de composiciones y sonidos) surgió este disco que es una dosis de patada a los sentidos embadurnado con una Música exclusivamente para mentes y entrañas despejadas de todo prejuicio, un conjunto de temas que van arañando los sentidos a medida que te atreves a meterte en su sonido, desde la más radical aventura de distorsiones a momentos de impacto emocional con una delicadeza que abruma, un continuo contraste que te hace estar alerta, en guardia, para disfrutar, alucinar o simplemente resguardarte de lo que te viene encima.
La guitarra de Kurihara nos arrasa por completo, cuando se empeña en destrozar las cuerdas lo hace a sabiendas que los sentidos van a ser traspasados, y me vuelve loco recibirlo así. Son momentos de brutal libertad creativa, experimentación y armonía sonora fuera de lo establecido, algo salvaje y emocional, ayudado por una banda que llega al límite en todo.
Sin embargo, cuando los momentos se calman, se apodera de ti un silencio que produce la propia Música de una manera muy especial, como sólo saben transmitir esos músicos del país del Sol Naciente que elevan la sensibilidad a una altura realmente maravillosa, una belleza que por sí sola es una manera de sentir.
Un disco para no perderse ni una nota porque todo te dice algo, los ambientes que van pasando de fondo, entre teclados, instrumentos electrónicos, guitarras y base rítmica al compás te hacen suyo, al igual que te laceran cuando estalla todo hacia el maravilloso caos compositivo que es una delicia.
No quiero decir más porque todo viene con la escucha y la pasión que se pueda sentir al recibirlo, para mí es una suerte atreverme a otros modos de entender la Música, lo que nos apasiona, quizás en alguna forma se puede escapar de lo mundano, de lo que ya resulta mediocre, y la Música es libertad emocional, pero si además nada se encorseta puede ser apasionante.
Una primera edición fue editada en portugués, es la que poseo y así irán los títulos (aún no me he vuelto tan loco) y una segunda recogió material para un doble disco y se editó en inglés.
Takeshi, guitarra, bajo, voz. Atsuo, batería y percusión. Wata, guitarra, teclados. Michio Kurihara, guitarras.

Lado Um:  Rafflesia;  Arco-Iris;  Narrador da espaçonave;  Minha chuva;  Brilho
Lado Dois:  Você sorriu como una marca d'água; Reator difuso;  Doce Nº1;  ...e, eu quero


1 comentario:

  1. Empezamos abriendo boca con esta maravilla y como en un buffet de alta gastronomía,si la combinación de ingredientes es de primera calidad, la exquisitez está servida.
    Alimentarnos con emociones es otra forma de crecer.
    Felices sueños.
    Besos.

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