viernes, 23 de diciembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCCXXX

Un artista genial, que marcó una época dentro del panorama musical americano de la segunda mitad de los sesenta y setenta, y una debilidad en obras como la que nos viene.


Stephen Stills (Stephen Stills) 1970


Un músico grandioso, compositor excelso (faceta en la que me vuelve loco) guitarrista mejor de lo que muchos creen, teclista y por supuesto un vocalista maravilloso de esos que saben cómo llegarte con sus palabras y la forma de decirlas.
Tras una trayectoria que se movía ya por casi la década dentro de lo que era su subida a los escenarios, Stephen Stills se marcó esta pedazo de obra como presentación en sociedad de manera particular, rodeado de un elenco de músicos increíbles y con unos temazos que dejaban bien claro su talento como creador de canciones inolvidables.
No sé, quizás he ido siempre a contracorriente, pero de los grandes músicos y compositores americanos de este corte Stills me ha causado siempre una profunda admiración, quizás no haya sido del que más se ha hablado, quizás no lo ha buscado, pero me parece un músico impresionante, y me llega directo a las entrañas.
Además de Stills, que toca las guitarras, el bajo, el órgano, el piano y canta como los ángeles, le acompañan gente como Hendrix y Clapton a la guitarra, Calvin Samuels en el bajo, Conrad Isedor, John Barbata y Richie en la batería, Jeff Whittaker en la percusión, Brooker T. Jones con el "Hammond" y las maravillosas voces de Rita Coolidge, Priscilla Jones, John Sebastian, Crosby, Nash, Claudia Lanier, Cass Elliott... ¡¡casi nada!!
La cara A se abre con la monumental "Love The One You're With", un temazo a base de ritmo rock donde las guitarras, el "Hammond" y las voces te arrastran hasta el infinito. "Do For The Others" calma el aire y respiras profundo, para que una andanada de coros celestiales se te metan hasta las entrañas con arreglos de cuerdas en la preciosa "Church". De nuevo nos movemos en terrenos de salvaje delicadeza con esa atronadora sensación que es "Old Times Good Times", un rock con la guitarra de Hendrix arrasando en un dueto con el "Hammond" llevado por Stills, colosal. La cara termina de igual manera, brutal el blues que se marcan con Eric Clapton en las seis cuerdas llamado "Go Back Home".
La cara B nos recibe con "Sit Yourself Down" una canción de pura cepa, entre el soul y el r'n'b, con los desmadrados coros y la voz de Stills saliéndose. "To A Flame" nos invita a un viaje con su sutileza, una balada preciosa, que engancha con "Black Queen", un temazo donde Stills se marca una exhibición de acústica y voz para morirse. "Cherokee" arrasa con esas flautas y vientos preciosos, arrancadas sin pausa y vueltas a la calma. Esta obra de orfebrería se despide con "We Are Not Helpless" una preciosidad que enamora, te lleva y te hace soñar.
Un disco sublime, para tenerlo siempre a mano y disfrutar de un momento grande de un grande, y eso no es cualquier cosa.

4 comentarios:

  1. Un disco que tiene un poco de todo.
    Lo he escuchado entero y he vuelto sobre él. A estas horas, poco más de medianoche, suena distinto, todavía mejor.
    Os lo recomiendo para momentos de estar uno consigo mismo, sin nada más en la mente.
    Precioso.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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  2. CCCXXX, me gusta la combinación y aquí estoy escuchando ese pedazo de tema "GO BACK HOME" mientras sigo paseando por ese laberinto de que no me apetece encontrar la salida.
    Besos.

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  3. Que manera de cautivar! No te lo sacas de las entrañas.. es todo un delirio.
    Otra maravilla directa al alma.
    Besos.

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  4. Cuando alguno nace maldito, en ello se queda, sino que se lo digan a Agilulfo... o mejor aún a Stephen Stills, un músico maravilloso siempre a la sombra de varios nombres. Gracias a las tres por descubrir y disfrutar de un talento en estado puro que se marcó una joya como esta. Besos,

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