jueves, 8 de diciembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCCX

Fue grande y nunca se supo lo que pudo llegar a ser, pero es lo que ocurre con cierta gente, que la decisión es de uno y eso no puede cambiarse.


Tommy Bolin (Teaser) 1975


Tengo debilidad por este disco, siempre me ha fascinado la manera tan particular de sonar, como si hubiese algo dentro de él que te estuviera diciendo algo, como si los sonidos no se limitaran a meras canciones, sino que van más allá.
Tommy Bolin era excepcional como guitarrista, un maravilloso músico que tenía un talento brutal, y un potencial endiabladamente infinito, pero como muchos otros también tenía prisa por dejar un bonito cadáver, y a fe que lo consiguió. Cuando se marchó del mundo de los vivos con 25 años dejó la impronta de colaboraciones excepcionales, la semilla de una carrera que podía ser de traca y dos discos de estudio simplemente mágicos; este "Teaser" es su primer trabajo, para mí el mejor, una demostración de talento tanto creativo como compositivo, un trallazo de Rock Duro de muchísimos quilates que es una gozada desempolvar de vez en cuando para saborearlo.
Un disco donde le acompañan músicos de tal calibre que hacen de esta obra una reunión "informal" de tremendos expertos del estudio y directo, y a las muestras me remito. Stanley Sheldon y Paul Stallworth al bajo, Dave Foster y el sublime Jam Hammer a los teclados, otro monstruo, David Sanborn al saxo, Jeff Porcaro, Prairie Prince y Michael Walden en la batería.
Absolutamente increíble, más el talento de Bolin en las guitarras y voces, un descubrimiento éste que me apasiona, esa voz melódica, susurrante, casi de adolescente en ocasiones, que sugiere y apoya todo el conjunto sin ningún esfuerzo, realmente descomunal, pero con las seis cuerdas es que se sale, nunca sabes por dónde te va a venir, solos salvajes, arrasadores, tremendos, que te atraviesan el alma, riff contundentes y duros que te llevan, todo un tratado de cómo tocar el instrumento.
El disco lo componen nueve canciones, puro Rock Duro, muy duro, con algunos detalles que son delicatessen entre baladas realmente maravillosas y temas elaboradísimos, como "Dreamer", una delicia, o ese tema que durante años me ha abducido, "People, People", con esos contraritmos, ese saxo demoledor, esa guitarra que parece no arrancar nunca... y de los otros siete temas, nada que objetar, salvo que acabas exhausto por lo que te cae encima, "The Grind" una losa, "Wild Dogs...
Un disco para apreciar el talento de un músico que fue lo que dio de sí su cabeza ajena a la Música, y en eso no fue mucho, pero que como intérprete se presentó como un maravilloso puñado de sensaciones donde la magia y lo sublime se daban la mano. Recomendadísimo a todo amante de la Música (ya sabéis que lo de las etiquetas no va conmigo) y si además te sientes con ganas de volar, te pondrá en órbita.

Cara A:  The Grin;  Homeward Strut;  Dreamer;  Savannah Woman;  Teaser
Cara B:  People, People;  Marchind Powder;  Wild Dogs;  Lotus

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