domingo, 18 de diciembre de 2011

De Vinilos y Otras Glorias CCCXXVI

Otra pequeña (realmente no tan pequeña) demostración de sensibilidad en este estilo que estamos desgranando así, con unas gotas de lo que dio, que fue mucho.


New Riders Of The Purple Sage (New Riders Of The Purple Sage) 1971


Grupo maravilloso nacido en el área de San Francisco, desde donde se lanzaron sin mesura y de una manera excepcional a crear un Country Rock de muchísimos quilates.
Aún se encuentran en activo, y no me meto en eso, pero los NRPS auténticos y tremendos abarcaron un buen puñado de años de la década de los setenta y parte de los ochenta, con un legado musical importantísimo al menos en sus seis o siete primeros trabajos.
Este que traemos es su álbum de debut, un tremendo homenaje al Country Rock hecho con una sensibilidad y emoción realmente bellísimas, el disco destila clase, saber hacer, elegancia y magia por cada surco, con unos músicos en estado de gracia y unos temas geniales que forman una obra compacta y de muy alto nivel.
John Dawson en las guitarras acústicas y la voz, un susurro que se te mete muy adentro. David Nelson voz, otra maravillosa sensación, guitarras eléctricas, acústicas y mandolina, responsable de esos solos demoledores a la guitarra con las influencias psycho que traía. Dave Tolbert en el bajo, guitarras acústicas y voces, un músico que me emociona, desaparecido demasiado pronto pero con un talento increíble.
Hasta aquí el grupo "oficial" en este primer trabajo, a los que acompañan el gran Jerry García en el pedal steel y el banjo, Spencer Dryden a la batería, que en el siguiente disco ya sería parte de la banda, Commander Cody en el piano y Mickey Hart en la batería y percusión.
Diez temazos, cinco por cara, que conforman 40'15'' de pura energía, Country Rock en estado puro, donde las guitarras, banjos, steel y sobre todo ello esos coros enormes y preciosos nos llevan hasta donde queramos. 
"I Don't Know You" abre el disco y ya te va poniendo en guardia, una cabalgada vaquera tremenda, preciosa, con las voces alargando la magia. "Whatcha Gonna Do" sigue esa línea, donde la steel te arranca del asiento y te embarca en un viaje, enganchando casi sin pausa con "Portland Woman", una delicatessen entre balada y emociones. "Henry" se escucha y otra vez a cabalgar, hasta llegar a "Dirty Business", un tremendo tema de 7'56'' donde las guitarras se endurecen y de manera distorsionada juegan con tus sentidos, mientras la banda sostiene un ritmo pausado, casi cansino, para que las seis cuerdas arrasen.
En la cara B, tras girar de manera elegante el vinilo y colocar la aguja de diamante sobre él, nos recibe "Glend Ale Train", una canción vaquera a base de banjo, acústicas, steel... "Garden Of Eden" una pausa para disfrutar con los toques instrumentistas de esas guitarras rasgadoras, llevándonos a "All I Ever Wanted", de nuevo ese Country Rock suave, delicado, mágico. La preciosidad llamada "Last Lonely Eagle", 5'12'' de una balada que es pura sensibilidad, maravillosa, genial, y esas voces... "Louisiana Lady" cierra esta pedazo de obra del más genuino Country Rock.
Si te gusta viajar mientras tu mente se va de este mundo, escucha este disco y aterriza donde puedas o tus sentidos te indiquen, que para el caso...




1 comentario:

  1. Cuando escucho estos sonidos tengo la impresión de subirme a ellos y emprender una escapada a las estrellas, es tan fácil dejarse llevar.. el toque delicado en el alma o a golpe de ritmos desbocados, es una gozada.
    Más besos..

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