domingo, 23 de febrero de 2014

De Vinilos y Otras Glorias CMXXXVIII

No vamos a dejar de homenajear de forma velada a esos personajes de cuento que han hecho que todo lo que ocurre por aquí en cuanto a las delicatessen que se presentan sea posible, de modo que...


Ashkan (In From The Cold) 1969


Miro las distintas fechas de estas entradas que estamos realizando y me parece increíble que alguien como el que suscribe pueda degustar y disfrutar con maravillosas sensaciones que se creaban en una época en la que los dientes y poco más afloraban en mi ser, pero es lo que tiene la suerte de haber conocido a personajes como los que decidieron que podía ser, que abrieron mi mente a todo lo que ha sido la base de la Música en el universo tantas y tantas décadas (y lo que va faltando que llegará)
Ashkan es un grupo que nos regala un maravilloso blues ácido aderezado con un toque Prog. que ayuda a crear melodías absolutamente demoledoras por lo geniales y particulares. Eléctrico y sugerente el Blues que sale desde esos instrumentos se transforma en una descarga emocional poderosa que a través de las composiciones nos lleva a lugares de muy altos vuelos.
Un viaje apasionante en temas desarrollados en forma de Power Trío en lo referente a lo instrumental apoyado por la voz desgarrada y potente de Steve Bailey que canta las estrofas de los temas como si le fuera la vida en ello y a fe que consigue transmitir esa emoción y poderío que destila la Música.
Bob Weston en la guitarra da una pequeña exhibición para que nos sintamos a gusto merendándonos los poderosos sones de los temas que desarrolla, eléctrica fiera y sin descanso salvo esas piezas donde se pone manos a la obra para acariciar los sentidos de otra manera, como en la bella y sugerente "Stop (Wait And Listen)" que a base de acústicas, mandolina y la colaboración del tremendo bajo de Ron Bending se convierte en un susurro. Los solos para cortar la piel ("One Of Us Two"...)
Sección rítmica de golpes bajo el estómago y tremendos momentos, especialmente las cuatro cuerdas que no descansan; la batería de Terry Sims se limita (que no es poco) a marcar los ritmos de canciones estructuradas con mucha clase.
Música con mayúsculas, momentos estelares en temazos lanzados al viento, "Backlash Blues" es un desgarro de 7'42'' precioso o esa suite inmensa de 12'08'' llamada "Darkness" una auténtica animalada en clave de Música para soñar con cambios continuos y ritmos enloquecidos. El comienzo del disco con "Going Home" demoledor y potente, tanto como esa burrada llamada "Practically Never Happens" que se cimenta en un riff abrasador con la guitarra.
Disco para degustar buena Música, diferente y personal, una delicada sensación tan poderosa como sutil, aunque atreverse a ello o no ya es cosa... pues eso.


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