viernes, 29 de abril de 2011

De Vinilos y Otras Glorias X

Somos viajeros impenitentes en busca de aventuras, de sonidos que no sean aquellos que surgen de demasiadas cosas ya dichas, por eso nos embarcamos en nuestros propios sueños y creemos en eso que es la universalidad de la Música.


Phil Sawyer (Childhood's End) 1971


Cuando de sensibilidad se habla, y podemos hablar con conocimiento de causa, este disco de Phil Sawyer es de los que te ponen la piel de gallina desde el primer surco y no te dejan de acariciar hasta que la aguja se eleva majestuosa en la segunda cara del disco.
Desde Australia, este poeta nos trae una obra sublime, pura esencia de calmada quietud y sentidos hipersensibles, porque para poder apreciarla hay que estar en ese estado de ingravided que pocas veces se consigue.
Si al poner el disco te entra como un susurro "September Woman" ya sabes que puede ser algo grande, pero si tema tras tema la sensación va en aumento, no puedes desengancharte de estos trallazos de pura seda directos al alma. "Nightbirds" sigue contagiada de la belleza, y pasas a "On The Other Side Of Silence" donde parece que te pierdes en esos espacios vacíos que sólo la Música puede llenar. La canción que da título al álbum deja un poco de protagonismo a la guitarra eléctrica, pero también de forma sostenida, manteniendo el ambiente.
Una maravillosa voz que no hace ni una estridencia en todo el disco, susurrando, casi recitando, acompañado perfectamente por un arreglo de teclados que dan la base al ambiente para llenarse con flautas, violines sin apenas percusiones en sus primeros temas, sólo la base rítmica del bajo.
De pronto la segunda cara del disco se transforma, algo más de psycho con teclados un poco más subidos de tono, la guitarra eléctrica entre distorsionada y punteando y la voz de Sawyer tomando las riendas sin el susurro de la primera pero cantando con una tranquilidad e insultante facilidad que te abruma.
Musicalmente un disco perfecto, cada tema está elaborado con clase, y la producción se luce, dejando en cada momento que los instrumentos o la voz guíen lo que quieras hacer.
"Electric Children" con el cual comienzan la segunda parte de esta obra es un maravilloso caos organizado donde todos los instrumentos van y vienen para terminar en el mismo lugar, "The Chase" una típica canción de corte sureño, con la voz relajada y la guitarra punteando por detrás del conjunto. Seguimos con la majestuosidad del órgano que vuelve a ser la base, y coros dulces para envolverte totalmente. "Stranger In The Street" una cabalgada por campos eternos, con la acústica y sus acordes constantes, una delicia, una auténtica delicia, y así hasta las once piezas, que te dan cada una algo que no te esperas; y esa voz, ¡maldita sea, qué voz!
En definitiva, un disco redondo, no sé si se considerará una joya, porque eso es hablar de cosas inalcanzables, pero una tremenda obra muy por encima de la media que a cualquier amante de esto que es la Música engancha porque es maravillosa.
Déjate caer por las Antípodas, siguen dando mucho juego, y si no, escucha a Phil Sawyer, un músico genial.

2 comentarios:

  1. Maravilloso. Relajante, sensual, ideal para disfrutar de la música en sí o para acompañar con algo de literatura.
    Por cierto, he escuchado parte de las canciones mientras leía un libro que tengo entre manos, y he sentido un escalofrío. Otro día os hablaré de él porque creo que merece la pena.
    Gracias por presentarnos a otro amigo.
    Ciao

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  2. Cuando una voz te susurran como la de Phil Sawyer.!Ya estás perdida! Te ha pillao.

    Suave, suave, suave.
    Besos.

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