miércoles, 27 de abril de 2011

Dichosos

Dichosos aquellos que se dejan acariciar por las melodías mágicas de nuestros héroes inmortales, guerreros de los sonidos que viajan a través del tiempo sobre el mástil de una guitarra, el teclado de un viejo "Hammond" o la piel millones de veces golpeada de un timbal rítmico y profundo.
No dejamos de creer en el universo creado por nuestros sueños cuando podemos deslizarnos por entre las piedras y dejarnos seducir más allá de los lamentos, voces laceradas por el cantar errante de los antiguos trovadores, convertidas en modernas máquinas de amor que bailan sobre el pentagrama.
Bienvenidos los que queréis ser osados para no aceptar el encierro de nuestras mentes a lo que nos sugieren esos popes que creen dirigir nuestros sueños, dejemos que la Música nos haga el amor libremente, no según los libros de texto de las posturas establecidas, dejemos que la danza que nuestra alma interpreta al sentirse abrazada por los sones infinitos nos lleve hacia donde ninguno de esos mediocres pueden llegar, porque ellos no entienden de amor, ellos sólo saben de listas y nombres fingidos, arquetipos de los títeres que pretender crear.
Dichosos los que somos capaces de escapar a las redes de los zombies que se dejan llevar por supuestas melodías de éxitos creados, y sin importarnos los millones de voces que claman por ellos podemos escuchar lo que nuestras entrañas nos dictan, para bien o para mal, pero sabiendo que al menos podemos escoger.
No escribimos normas, no lanzamos mensajes al viento, simplemente nos dejamos mecer por la Música, esa que puede decir mucho cuando realmente se cree en ella.
Un Apasionado, Un Enamorado, Yo mismo.

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