martes, 26 de agosto de 2014

Discos Melocotón... Para Siempre (Un Poco De Historia XI)


Historia fue, Historia es e Historia será, le pese a quien le pese y a pesar de todo, porque Discos Melocotón ha marcado a más de una y dos y tres... generaciones de amantes de los sonidos en cualquier formato pero sobre todo en esos negros vinilos que tanto nos han dado y apasionan. La caricia sobre la superficie y el girar del disco en el plato son esos instantes mágicos que cualquier amante de los sonidos sabe apreciar y en este templo se giraba mucho y bien.

Los comienzos como todas las cosas difíciles, especialmente si hablamos de "Música de Calidad" en un país como éste donde la calidad se debe buscar bajo las piedras, pero en esta parte de esa leyenda que marca la tienda donde los sueños se hacían realidad traemos hoy gracias a la aportación del gran Eduardo tres instantáneas de esos inicios en la calle Toledo. Nostalgia y reliquias en imágenes de unos tiempos que al menos desbordaban ilusión y mantenían intacta la posibilidad de soñar y hacer soñar a través de la Música, su esencia y las barbaridades que los genios ofrecían.


Al margen del espectacular corte de pelo de nuestro amigo es grandioso observar cómo en el año 1981 (en plena movida madrileña, amén de otros sucedáneos y sucesos varios) las paredes de la tienda ya se llenaban de joyas e incunables que eran y son historia de la Música, esas que se han vendido en Discos Melocotón por los años de los años y que aún hoy se preguntan muchos dónde y cómo leches se pueden encontrar. 
No es porque no se sepa, es que simplemente se prefiere ignorar, pero lugares como Discos Melocotón y por ende sus dos almas (Eduardo y Pablo por si no lo había dicho nunca) han hecho más por dar a conocer la Música que merece la pena y de calidad que la mayoría de los que realmente tenían la obligación de hacerlo desde sus puestos de "popes" de la cultura.


Esto es como todo, según las crónicas en España no se hacía Música, en Madrid sólo existía la movida y el universo iba de culo porque el asteroide llamado "Higochumbo de la Galaxia V en su giro a mano izquierda" caía a una velocidad indescifrable sobre las cabezas con pelo de los hippies pasados de moda, los nuevos talentos de los medios y las nuevas generaciones de futuros yupies que dominarían con sabia mano las distintas componendas de la sociedad del país (cosa que se demostró más adelante no fue así) y es lo que hay, o lo que había en menor medida y ahora sale a borbotones, charlatanes de medio pelo, mediocres y con un sentido de la decencia bastante inexistente (siendo esta una palabra absoluta el bastante sobra pero a más de uno le gustará el relleno) que se encargaban de vender lo que no debían vender para mayor honra de unos simuladores de cultura hecha a base de basura.


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