jueves, 21 de agosto de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MCLVII

Damos un paseo por la cornisa norte del país y nos dejamos caer un poco hacia el Este, para ver qué podemos encontrarnos.


Atila (Intención) 1976


Se dice y se comenta (yo no digo casi nada que luego todo se sabe) que "Intención" es lo mejor que grabaron los catalanes Atila, quizás porque la versión resumida pero no por ello menos interesante de su legendaria "El Principio Del Fin" está mucho más cuidada y desarrollada con más medios y eso marca mucho. 
Quizás también se diga porque el resto de las canciones que completan el disco son de una cualidad incuestionable y por donde se mire se trata de un tremendo disco de Prog. al uso espectacular y genuino.
En cuanto al que no dice nada Atila me encanta, un grupo al que escuchaba de adolescente y jovencito en una vieja cassette del hermano mayor de un amigo allá por los años ni se sabe y que desde entonces quise tener para saborearlo por mí mismo. "Intención" me sorprendió desde el principio, al margen de la maravillosa guitarra de Eduardo A. Niebla desarrollando esos solos excitantes y únicos que ponen la piel de gallina el trabajo del resto del grupo está de dulce.
Benet Nogue se da un festín con los teclados, de hecho a veces sale por encima de todo y de todos, guitarras incluidas y en temas como "Intención" parece que se lo va a comer crudo. La batería de Joan Punyet, el otro miembro fundador del grupo y un clásico de la Música en su tierra sigue siendo un lugar hacia donde ir marcando ritmos y llevando en volandas todo lo que se propone y el nuevo miembro del grupo, Miguel A. Blasco en el bajo forma una sección rítmica poderosa y con mucho estilo.
Un disco de Prog. más que bueno, con momentos inolvidables como esa entrada tremebunda de "Intención" o las cabalgadas inmensas en "Día Perfecto" con sus cambios continuos y variaciones entre teclados y guitarra, un momento en el cual la banda estalla y arrastra todo lo que toca a su paso; la maravillosa obra que es "El Principio Del Fin" para no parar de gozar en los 15'43'' de orgía y emociones y junto a ellas "Cucutila" un corte de profundas raíces para erizar la piel.
Un gran disco hecho por estos lares cuando todo parecía más que improbable por un grupo que a su manera demostró que era posible, con calidad, talento y mucha clase.


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