domingo, 21 de octubre de 2012

De Culo


Me resulta curioso y bastante agradable observar la condición humana. No por nada, cada vez tengo menos que observar, será que la pautas se repiten y ya no me queda casi nada que ver de lo que me interesa (en cuanto a lo que no tiene interés es un pozo sin fondo lo que se puede sacar de ahí ¡¡rediéz!!) por eso cada vez me fijo más en otras pequeñas cosas que pululan a mi alrededor y que me sugieren un montón.

Los perros abandonados son para fijarse, ¡mira que tienen valor los tíos! (perdón, los perros, tenía la imagen de uno que conozco y se me ha ido el pensamiento) y cada vez hay más, y con mejor pinta, debe ser que entre ellos se ayudan, como si hubiesen hecho una asociación de "Perros Abandonados, S.L." con su página web y todo, esa que dice perrosabandonados@sinamos.guau, y claro lo importante de asociarse es que llega un momento en el cual entablas relaciones perrunas y te olvidas del abandono, los dueños sarnosos y la sarna de las dueñas. ¡¡Vamos, que todo comienza a funcionar!! te relacionas con gente (perdón, con perros, hoy estoy que lo tiro) haces vida social, copita aquí, meada en una esquina por allá, hueso a roer en casa de... y así uno más rollizo, mejor pinta y a seguir abandonado. Para pensárselo, oiga, lo que ocurre es que aún eso de ir a cuatro patas lo tengo que perfeccionar, pero a no mucho tardar y con todo lo que nos están dando por ahí será una posición ventajosa para evitar estrecheces... ¡¡todo se andará!!

Me fijo también mucho (soy fijón de natural) en esas vaquitas que pululan tranquilas por el campo, pastando a sus anchas y sin nada ni nadie que las moleste. Estas no están abandonadas (afortunadamente, porque la algarabía que iban a montar en mitad de una avenida repleta de esos seres extraños llamados personas o entrando en las tiendas no aptas para ellas iba a ser de traca) pero se lo toman de otra manera. Pastan, comen, te miran fijamente como si fueran personas que se fijan mucho, o sea fijones, pasan de ti tres pueblos, siguen pastando, de vez en cuando se lo gozan cuando les tocan las tetas, esas ubres que llevan al aire sin pudor ni vergüenza y que ni siquiera ciertas religiones les obligan a tapar, dan leche, se cachondean de los que la tienen que beber y a seguir viviendo.
No está mal pensado, aunque sigue siendo un problema lo de las cuatro patas, por lo demás, a uno ya lo ordeñan cada día otros como uno que deciden la leche que tienen que sacarte a base de hostias o impuestos, o llamándote gilipollas, y lo de los cuernos... pues eso, que cada uno los lleva como puede, pero al final si consigues pastar, mirar fijamente, darte un paseíto por el campo y volver a gozarla pues no suena tan mal.

No paro, chico, con esto del fijarme... también lo hago con los caballos. ¡Qué personas más nobles! (perdón de nuevo, que hoy voy de c... abeza, animales, animales, animales) siempre dispuestos a que se los monten, los monten o te montes, en eso muy parecidos a ese ser que domina la creación, con su cola al viento y su porte erguido que casi asusta, también parecido, y una sonrisa natural que le da esa boquita de piñón con los dientes bien cuidados. Como lo de las cuatro patas lo estamos solucionando, ya no lo planteo como problema, todo se andará, o se meterá que para el caso es lo mismo, lo que ocurre es que eso de correr a toda hostia llegado el caso como que lo veo difícil, no sé, quizás se podría hacer otra asociación de los equinos ex-humanos que con un trote cochinero pudiera servir, algo así como trotecochinero@exhumanos.hii que diera un empaque serio a la cosa y evite que se note mucho a los reciclados o los equinos de pedigrí, esos que nacen con su enorme falo, cresta suelta sin peluquería y galope tendido cuando llega la ocasión. 

Se me pone difícil dejar mi condición, y eso que lo de la involución es un hecho, cada vez observo más involucionados y lo que queda por venir, pero es lo que tiene nacer de una manera, que te dejan elegir poco una vez te has hecho a ello.
En fin, ya veremos cómo me lo veo, sólo espero que la Música la pueda seguir escuchando, a cuatro patas, con las ubres llenas, la meada en la esquina o el cochino trote que me toque vivir.

4 comentarios:

  1. Divertida tu exposición, resulta curioso como nos acercamos "racionalmente" a muchos de los aspectos presentes en el instinto animal, eso también incluye expulsar a quien sea distinto a la manada ¿no es cierto?
    Demasiado básico para que nos hagamos llamar humanos, pero como se suele decir "siempre nos quedará la Música".
    Bienvenida sea.
    Un texto muy logrado, felicidades Agilulfo.
    Besos.

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    1. Sería mucho más divertido si no tuviera gran parte de verdad, pero bueno... ¡¡¡hagámoslo creer!!!
      Besos

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  2. Una exposicion muy en tu linea, en esa sarcastica que tanto me gusta.
    Genial para no variar.
    Vamos de culo y cuesta abajo asi que abandonemonos a la velocidad. Eso si, con la musica a tope.
    Un beso.

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    1. Sin frenos y a pillar lo que haga falta, total nos la van a dar igual...
      Besos,

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