martes, 31 de julio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDXCII

Seguimos para que no se nos olvide y así dejar claro lo que significa para el que suscribe este monstruo de la Música con mayúsculas.


Robert Wyatt (Rock Bottom) 1974


Nos encontramos ante otra joya, para muchos el mejor disco creado por este genio que se encontraba en un momento crucial de su existencia, postrado en una silla de ruedas tras un tremendo accidente que a punto estuvo de costarle la vida pero que nos privó del Wyatt batería, no del genio, ya que en estas circunstancias concentró todo su talento como músico en el piano y la voz.
Ese instante, ese momento de desgracia convierte su creatividad en un disco simplemente mágico, uno de las más increíbles sensaciones del período, testimonio de un espíritu que deseaba y necesitaba seguir hacia adelante pero inevitablemente con la melancolía y la tristeza de lo ocurrido.
Palabras y Música se mezclan en un disco que es pura sensibilidad, una profundidad en su estado de ánimo realmente difícil de adivinar, y de pronto la voz se destaca prolongando al genio, marcando la diferencia con lo hecho hasta ese instante, con una fuerza inusitada, expresiva, incierta, emocionante, una voz que parece llegar de los confines del universo, llegar para irse a lo más alto y atravesarte sin problemas.
Canciones como "Sea Long", maravillosa sensación; un recuerdo descarado a todo el entorno de Canterbury, donde nacieron demasiadas cosas en "A Last Straw"; canción dedicada a su mujer, "Alifib"; las dos partes de "Little Red Ridding Hood Hit The Road" son temas aparentemente fáciles, como creados a medias, pero nada es lo que puede ser con este genio, y se convierten en temas con un impacto emotivo brutal, salvaje. 
"Alife" cierra este disco que atraviesa las entrañas desde su primera nota hasta el cierre, una verdadera recreación de las emociones, el alma, la manera de expresar en Música y letra lo que uno debe echar hacia fuera.
Reunidos junto a él un grupo de músicos que de nuevo tienen en común su amistad con Wyatt, un tremendo elenco que consiguen recrear ese mundo interior y transformarlo en algo permanente, eterno.
Robert Wyatt a la voz, piano, teclados, guitarra.
Richard Sinclair al bajo
Laurie Allan en la batería
Hugh Hopper al bajo y guitarra
Ivor Cutler, en la voz
Mongezi Feza trompeta
Mike Oldfield en la guitarra
Fred Frith viola
Gary Windo en el clarinete
"Rock Bottom" es un disco para soñar, emocionarse, vivirlo y disfrutarlo desde dentro, viajar a tu propio mundo, escapar de todo lo mundano y dejarse envolver por la magia y la seda de una grabación excepcional, maravillosa, sublime.

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