viernes, 27 de julio de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDLXXXV

Un desliz olvidar esta obra que marcó mucho en lo que fue y quien la hizo, y ya que estamos de cuestiones que deben recordarse siempre, traemos a este "Paseo..." una pieza muy especial.


Miguel Ríos (La Huerta Atómica "Un Relato De Anticipación") 1975


Que quizás el impenitente rockero andaluz quisiera subirse al carro Prog. con una obra que era ajena a toda su discografía para demostrar... que quizás fue una demostración en sí de que podía hacer otras cosas, que... el caso es que "La Huerta Atómica" se ha convertido por derecho propio en uno de los más importantes y logrados discos del progresivo español de la historia, y eso es decir algo que suena muy bien, pero que tiene su importancia.
En el año 75 Miguel Ríos decidió crear este disco y tomó como referencia todo lo que conlleva como peligro latente una guerra nuclear, idea base para la historia que recrea con Música en el álbum, porque "La Huerta Atómica" es un disco conceptual, narrado, cantado, interpretado como una historia donde se van sucediendo los personajes, las ideas, engarzándose a través de los sonidos y las palabras narradas que nos introducen en la misma.
La historia cuanta un momento de la vida de un ser humano que vive junto a una base nuclear en una Huerta Atómica. Cae una bomba atómica y todo desaparece salvo él, consciente de no tener futuro se sacrifica y entonces despierta, todo es un sueño que le devuelve a la realidad cuando realmente suena la alarma y...
Todo un alegato antibelicista, una crítica brutal y mordaz (el final de las "Instrucciones A La Población Civil" es de traca) creado y recreado desde lo idílico para ir empeorando hasta la apocalipsis final, perfectamente dirigido por una Música creada por el propio Miguel Ríos junto a Mariano Díaz (teclados) y Tony Ponce (guitarras), dos musicazos que se involucraron en el proyecto hasta la médula.
Junto a ellos José Mª Roger en los teclados, Evarist Ballus a la batería, Miguel Ángel Rojas al bajo y las colaboraciones de Jeanette y Massiel en momentos puntuales de la obra.
Un disco apasionante, atípico, Progresivo en estado puro, con un concepto de obra realmente singular, una historia que se divide en historias, maravillosamente llevada por estos tipos que hicieron realmente algo grande para lo que se podía plantear en este país en esa fecha.
Los 47'16'' del disco no dan tregua, se dividen (sin pausa ni división en su concepto, insisto) en 14 historias que hay que escuchar completamente para hilar el móvil y la recreación del álbum.
Se podrá decir mucho (bien y mal) de la Música de este país y de sus músicos, pero cuando las excepciones o lo que al final se plasmó en vinilo dieron discos como este, muchas cosas merecieron la pena.
La portada, mágica, pero el interior simplemente maravilloso.

Cara A:  Entre árboles y aviones;  Una casa en la guerra;  Buenos días, Superman;  Yankee Jhonny;  Bienvenida Katherine
Cara B:  Una siesta atómica;  Instrucciones a la población civil; El consultorio atómico de la Sra. Pum;  El carnaval de los espectros I;  La burbuja antirreacción;  La canción del megacristo;  El canaval de los espectros II;  Por el hombre futuro;  El dulce despertar.


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