domingo, 1 de septiembre de 2019

De Vinilos y Otras Glorias MMCLXIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Uriah Heep (Sweet Freedom) 1973


Poco más se puede decir de Uriah Heep que no se haya dicho, porque es un grupo que arrastra millones de seguidores por todo el universo del Hard y que además consigue que a quienes les guste, les apasione.
Es mi caso, obviamente, por eso nos vuelven a visitar, pero con los años me he limitado a amarles en ese período de una década que suele ser en la que me vuelven tan loco como a cualquiera.
Este disco, "Sweet Freedom", creo que está menos valorado de lo que realmente se merece, y en esto (también lo creo, porque es una opinión personal) tiene mucho que ver que salió a la luz tras un exuberante y glorioso doble en directo que se comía todo lo que se encontraba a su paso.
Curiosamente el año de lanzamiento coincide, pero claro, lo del doble en directo fue mucho, y quizás estábamos haciendo la digestión de tamaña animalada que resumía en vivo cinco joyas del Hard Prog. (a veces) y eso era mucho.
"Sweet Freedom" tiene los mismos mimbres que sus anteriores trabajos, la misma y gloriosa formación, la frescura de encontrarse en lo más alto, y aún la inspiración compositiva de un iluminado como Ken Hensley que firma la mayoría de los temas. De hecho el sonido es puro Uriah Heep, con los teclados llevando la mayor parte del peso en lo referente al sonido oscuro y épico que tantas veces buscaba la banda, la maravillosa y única voz de David Byron llegando hasta donde quería y arrastrándote a un lugar que suele estar lejos de este mundo, y la banda en pleno funcionando como un reloj de precisión.
Algunos temas se hacen un poco más llevaderos en lo que uno puede concebir, pero cuando se marcan los conjuntos corales (excepcionales como siempre en esta época) y los cambios propios de un Prog. exultante, todo se convierte en una orgía sensorial que sólo ellos sabían hacer.
Un disco que me resulta la continuación de una época única, una formación irrepetible y que no es comparable con ninguno porque es uno más en lo referente a la calidad de su contenido. Temas como "Sweet Freedom", "Pilgrim" o "If I Had The Time" no desmerecen en nada de su producción, y se disfrutan como esa parte mágica que Uriah Heep transmitía.
Si gusta el grupo, ¡qué decir!, uno más a esa lista en la que sólo cabe la palabra disfrute, y con eso ya estamos ganando mucho.
David Byron voz. Ken Hensley teclados, guitarra y voces. Mick Box guitarra. Lee Kerslake batería, percusión y voces. Gary Thain bajo y voces.

Side 1:  Dreamer;  Stealin';  One day;  Sweet Freedom
Side 2:  If I Had The Time;  Seven St Ars;  Circus;  Pilgrim

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