sábado, 1 de agosto de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCDXC

Uno de los grandes de la escena americana que ya nos ha visitado se deja sentir de nuevo por nuestro espacio, será que le caemos bien.


The Electric Prunes (I Had Too Much To Dream (Last Night)) 1967


Álbum debut de la banda americana de Garaje Psycho que comenzó a cimentar su fama, más que ganada a lo largo de su carrera, ya con el tema de inicio del álbum, "I Had Too Much To Dream (Last Night)" auténtico himno del grupo y reconocible para situar al mismo.
Quizás no sea su mejor álbum, existen proyectos del grupo realmente formidables, pero en lo que a mí respecta me encanta por lo descarado y directo de la propuesta, porque sienta las bases de lo que es realmente la Música del grupo y porque no esconde nada, más bien todo lo contrario, lo cual es encomiable.
Con algunos matices que varían un poco la dinámica del álbum, especialmente en la melodía y los arreglos (como la sección orquestal de "The King Is In The Counting House") el trabajo se desarrolla casi en su totalidad por esa Psycho dura que levanta astillas, desgarradora y eléctrica hasta morir, lanzándose de cabeza hasta los senderos del Garaje más abrasivo y dinámico, sin desdeñar algunos guiños a influencias genéricas de toda una generación (el toque blusero de "Bangles" es que no se puede evitar sentirlo) aún así el disco es lo que es y no está de más refrendarlo porque cabalgadas como "Sold To The Highest Bidder" que parece quemarte la piel, o la fantástica "Get Me To The World On Time" hacen de este disco debut un gran momento del mejor Garaje Psycho.
Las letras acompañan durante todo el trabajo, las melodías devienen llenas de energía, lanzándote hacia el infinito a saltos de emociones, guitarras que se te enrollan a la piel, voces de esfuerzos nada contenidos para que se sientan muy adentro y en conjunto una banda que suena como un bloque caído desde lo más alto para llevarte con ellos al ritmo que imponen.
Disfruta de The Electric Prunes y su inicio en el mundo de los sonidos, una experiencia sensorial para apreciar (de nuevo, otra vez, a mayores...) esa época de magia y seda en la que la Música era una caricia y las sensaciones casi infinitas.
Jim Lowe voz, armónica, guitarra y percusión. Weasel voz y guitarra. Ken Williams guitarra. Mark Tulin bajo, piano y órgano. Preston Ritter batería y percusión.

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