lunes, 6 de enero de 2014

Surcos del Siglo XXI - 180

Otro de esos músicos con los que me siento muy a gusto en un momento bastante delicado del que salió como se puede apreciar...


Ian Hunter (The Artful Dodger) 1996


Un rockero que fue santo y seña de un movimiento setentero como parte de un grupo icono de muchas cosas, una carrera brillante comenzada a mediados de los setenta y que tras varios tumbos se quedó en una varada tras una década de producción se nos presenta aquí en plena resurrección tras doce años de sequía con este disco de su nueva época, un conjunto de canciones hechas para disfrutar del buen Rock'N'Roll, ese que siempre ha llevado metido en vena.
"The Artful Dodger" es la definitiva vuelta de Hunter enfilando el nuevo siglo y cercano a los sesenta años, un resurgir que le ha hecho crear esa Música que tanto hace vibrar pero con un toque intimista que hasta esos momentos nunca había tenido.
Será la madurez, la edad propiamente dicha o no tenerse que demostrar nada y hacer Música porque para ello nació, pero el disco rezuma esa calma tras muchas tormentas y se convierte en una delicada sensación de buen Rock agradable de escuchar y sobre todo agradable de disfrutar.
Sin pretensiones y casi producido por la puerta de atrás, grabado en Noruega con muchos de los músicos intervinientes de ese país y en principio solamente sacado al mercado en el país escandinavo, sus 55'09'' nos demuestran a un músico que sabe lo que se hace, un tipo que escribe Música y la interpreta para él por encima de todas las cosas y a partir de aquí se aferra a lo que es y siente para traspasar su propia figura y dejar en forma de escrito once canciones que son pequeñas piezas del alma de un rockero que ya no es pero que nunca dejará de serlo.
La voz de Hunter vuelve a llenarlo todo con su capacidad para cantar esa Música base de muchas cosas, guitarras suaves y eléctricas rockeras en temas más o menos a ritmo de lo que siente y unos músicos de sesión que entienden perfectamente el qué y cómo. La armónica rasga a veces el silencio y esos teclados que tan bien maneja adormecen por la suavidad, especialmente el piano.
Momentos de puro Rock'N'Roll ("Too Much", "Something To Believe Me", "23A, Swan Hill", "The Artfull Dodger") instantes de inspirada melancolía ("Resurrection Mary", "Open My Eyes", "Now Is The Time", "Still The Same") homenaje a Mick Ronson, el amigo inseparable de décadas de carretera "Michael Picasso" e incluso algunos experimentos para darse ciertos gustazos ("Walk On Water", "Skeletons")
Un disco para escuchar en cualquier momento y lugar, saborear el buen Rock y pensar que a pesar de todo nada cambia cuando algunos se empeñan en hacer eso que saben sin nada más que demostrar.

4 comentarios:

  1. Como bien dices, un disco para escuchar en cualquier momento y lugar.
    Toda una demostración de ROCK con mayúsculas donde el gusto por los sonidos y el ritmo es lo que encontramos, nada más y nada menos.
    Ha sido todo un placer reencontrarlo.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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  2. I.H. también me provoca cierta debilidad porque cuando lo escucho se que me va a dar buenos momentos, no falla, inyecta energía, buen rollo, anima el alma y eso siempre es de agradecer.
    La música, esa locura maravillosa.
    Besos.

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    Respuestas
    1. La gente que ama la Música, esos locos magistrales
      Besos,

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