sábado, 14 de diciembre de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCCLXXV

La Música no se detiene y esto que a mí me gusta tanto y que se creó por esos lugares míticos tampoco, de modo que continuamos.


Annexus Quam (Osmose) 1970


Lo maravilloso del Krautrock es que abarca todos los estilos habidos y por haber, realmente porque la Música se refiere a lo que se hizo en un espacio concreto durante unas épocas más o menos definidas.
En este caso (como en la mayoría en lo que a mí se refiere) si algo me gusta definir como Krautrock a pesar de usar el término para muchas cosas son esas bandas o solistas que se salen de la norma que ciertos estilos y modos de crear Música "exigen" y se lanzan a un estilo libre, absolutamente mental y sin cortapisa alguna, siendo como son provenientes del país de los teutones.
"Osmose" es un disco que se acopla perfectamente a esto que comentamos, un disco creado por un grupo muy especial que estuvo en activo más de lo que supone su producción y que en su debut nos dejó esta joya de pura Música libre, emocional y absolutamente mental.
Una mezcla exagerada de estilos, desde el Prog. más radical pasando por momentos jazzy en los cuales los instrumentos de viento se hacen los dueños, Rock templado y por supuesto la libertad creativa en las inmensas jams que se nos ofrece.
Cuatro temas que no son sino la improvisación dentro del controlado caos que es toda la obra, temas sin título (A, B, C...) para dar una idea más absoluta de esto que decimos, improvisaciones por doquier y una sensación de continuidad de la obra que hace que todo se resuma en un espacio temporal (los treinta y siete minutos que dura el disco) que es un todo porque como tal está concebido.
Los tres temas de la cara A se desarrollan sin pausa, una bajada de la intensidad sonora y se engarza con el siguiente pedazo de sueño que nos lleva al viaje, y la cara B nos deja un monumento de 18'14'' para que no despertemos hasta que estemos... pues eso.
Las percusiones toman en el disco una importancia capital y empujan todo el resto de los sonidos, los cuales mezclan de manera efectiva y brillante vientos, cuerdas, guitarras y teclados junto a saxos y flautas que van formando todo el espectro de esta expresión de Música en estado puro.
Un álbum único, especial y sorprendente creado por gente que al igual que su Música es otra cosa al margen de lo que nos quieren hacer ver.
La portada una delicia se monta en forma piramidal, original pero peligrosa.
Uwe Bick teclados y percusión. Jürgen Jonuschies bajo, percusión. Werner Hostermann clarinete, órgano, percusión. Peter Werner guitarra y percusión. Hans Kämper guitarra y percusión. Ove Volquartz saxo. Harald Klemm flauta, percusión.


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