miércoles, 1 de abril de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCCCXXXVIII

Se acerca a nosotros (y encantados de que lo haga) un misterioso envoltorio que esconde una de esas piezas que pueden ser todo o nada según quién, cómo y de qué manera.


Armando Piazza (Suàn) 1972


Uno de los más enigmáticos y olvidados discos del Prog. italiano en su época gloriosa, un rara avis que para desconcierto de muchos ni tan siquiera existía y para encanto de otros se escucha con el gusto que da saberse ante algo diferente.
Armando Piazza junto al guitarrista americano Shawn Phillips se lanza a un proyecto misterioso, oscuro y con una dosis de musicalidad realmente enorme, belleza contenida en notas que salpican todo lo que tocan y llegan sin mucho problema a los sentidos para hacerse dueñas de ellos. 
Desde los primeros compases sabes que te encuentras ante algo que percute en la piel para estallar con las emociones que provoca, melodías de idas y venidas para lacerar el ánimo o calmarlo eternamente.
Composiciones llenas de un gusto exquisito, la guitarra chilla, aúlla, se pierde entre recovecos para volver cuando menos te lo esperas y atraparte, notas lanzadas al infinito y sostenidas en la imaginación hasta que caen envueltas en el resto de los instrumentos, inmenso el trabajo del bajo a cargo también de Phillips que lo estruja con saña. La personal forma de manejar los teclados de Piazza crean el ambiente perfecto para un deseo que a veces se viste de angustia oscura y tenebrosa y en otras pide un momento de esperanza con salidas a golpe de ritmos de toda la banda, marcado por la batería.
Cara A de impactos directos a las entrañas. Efectos de sonido que crean la sensación de profundidad en lo que se escucha, una carrera contra el tiempo queriendo llegar al lugar que siempre se escapa, como en "The House On The Hill", donde un agujero negro lo absorbe todo. 
Cara B donde la melancolía se abre paso en la delicada manera de sonar la acústica junto al piano, suave caricia y momento de calma tras la tormenta, tres cantos de deliciosa factura buscando quizás el estallido que llega con la furia de otras composiciones.
Un disco de autor, personal y que debería ser recuperado para degustarlo, una isla entre el océano del Prog. italiano donde da gusto perderse de la mano de este napolitano que intentó un giro hacia una estación donde dejarse llevar, y en mi opinión lo consiguió más que bien.
Armando Piazza guitarra acústica, piano y voz. Shawn Phillips guitarras y bajo. Antonio Esposito batería. Tony Walmsley guitarra (slide)

LATO A:  Going into the sunset;  Birds;  In the station;  The house on the hill
LATO B:  I met a woman;  My friend;  Harmony

2 comentarios:

  1. Pues ya que lo has recuperado,aprovecho la oportunidad para darme el gusto de escucharlo.
    Besos.

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    1. Aprovechemos que aún no nos dicen por qué ni de qué manera para seguir escuchando piezas como esta.
      Besos

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