sábado, 7 de febrero de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCCLXXVII

Un artista maldito, hecho a sí mismo y muy por encima de lo que se puede imaginar porque pocos lo han hecho.


John Martyn (Sunday's Child) 1975


Se podría decir mucho sobre el estilo en el cual se movía la Música y creaciones de John Martyn, y seguramente no se falte a la verdad si se habla del Folk Rock más puro, pero realmente pienso que la Música de Martyn es tan original y su manera de entenderla tan suya que se trata de algo propio y ajeno a muchos cánones establecidos.
"Sunday's Child" creo que se maneja por esos límites que tan sólo él conocía y entendía como manera de expresión, una originalidad desbordante para crear canciones que hacía suyas y de nadie más, incluso en las versiones de temas tradicionales o clásicos.
Un disco que muestra al autor en estado puro, momentos de creatividad desbordante y minucioso cuidado a la hora de producir la obra, todo bajo el intenso aroma de la calidad que destila en la manera de componer y después en la interpretación, tan original y personal como la primera.
Por supuesto que todo comienza con la inimitable voz del artista, un sonido tan peculiar como intenso, cantando desde lo más profundo realza la parte más intimista de los temas y los extrae para lanzarlos de nuevo al viento haciendo que lleguen a los sentidos de manera tan especial que te penetran. A veces casi recitando, otras cantando, la voz se convierte en la primera melodía a la que sigue esa guitarra que se desliza entre la sensibilidad del artista y la furia que deja en algunos instantes de energía sostenida en las entrañas.
Once temas forman este "Sunday's Child", precioso, íntimo, emocional y en la línea de los cortes de aliento que Martyn acostumbra a dejar en su obra, un disco para el placer sensorial, quizás no tan valorado como otros pero para mí un bello sentimiento hecho Música.
Hay artistas que no ceden y son como desean hasta el final, a pesar de todo y de todos. Creo que John Martyn hace la Música en la que cree, una singular y maravillosa manera de expresión que no adolece de nada, con calidad y sentimiento, como este disco del cual se puede decir mucho, pero que es un verdadero canto a lo más profundo es algo innegable.
John Martyn voz, guitarra, moog y clavinete. Danny Thompson bajo. Liam Genochey batería. John Bundrick piano.

Side One:  One day without you;  Lay It all down;  Root love;  My baby girls;  Sunday's child;  Spencer the rover
Side Two:  Clutches;  The message;  Satisfied mind;  You can discover;  Call me crazy



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