sábado, 28 de febrero de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCCCIV

De uno del que se ha hablado todo es difícil decir casi nada, pero con los sentimientos y lo personal el límite no existe.


Bruce Springsteen (Darkness On The Edge Of Town) 1978


No es fácil seguir la estela que traza una obra maestra, uno de los mejores discos de Rock de la historia, porque normalmente se tiende a comparar con lo que viene y en estos casos la justicia suele ser bastante cruel.
No voy a defender a "Darkness On The Edge Of Town" (que por cierto al margen de la canción me parece un título tan poético como sublime por lo que pueda querer decir) como la joya de la corona del Rock'N'Roll, sería un error porque no lo creo y sería desmerecer otras obras de exquisita belleza, pero no voy a caer en la tentación de comparar con nada porque el disco me parece un grande de uno de los genios del Rock cuando aún se encontraba en estado de gracia.
El disco no tendrá esos himnos que el genio de Jersey se marcaba de vez en cuando en sus primeros discos y que pueden ser la banda sonora de la vida de cualquiera, pero de los diez temas que lo componen ni uno sólo es malo, ni de baja calidad, ni peor que... es un disco compuesto por un puñado de canciones que son un tratado de lo que la esencia del Rock'N'Roll debe ser.
Para mí es la virtud de este "Darkness On The Edge Of Town", su calidad elevada en una línea donde nada desmerece, no tiene picos de joyas infinitas, pero está arriba, muy arriba en todo el conjunto.
Con The E Street Band perfectamente asentada y acoplada tras varios años de giras y millones de espectadores en directo, la composición de Springsteen se ve agrandada por unos músicos que saben perfectamente lo que quiere y se lo dan en forma de una de las bandas del Rock más grandes de la historia. La mezcla perfecta y sin que el resultado se resienta de trallazos de puro fuego como "Badlands", "Adam Raised A Cain", "Candy's Room" (una de mis favoritas) junto a baladas intimistas que cuentan historias de dolor y amor por igual ("Racing In The Street", "Factory", "Darkness On The Edge Of Town") hacen de este disco un compendio de los sentimientos y la manera de escribir de Bruce, un artista que dominaba las facetas del Rock'N'Roll como le daba la gana.
Un disco a caballo entre la transición a genio y el genio buscándose, que quizás por eso se resintió dentro de la obra y la historia de Springsteen, pero en mi opinión cuando treinta y cinco años después cada tema sigue sonando como siempre, el disco es de una consistencia que no deja lugar a dudas.
Supongo que ya lo conoces, quizás ahora es el momento de conocerlo sin nada más que la propia obra delante de tus sentidos.
Bruce Springsteen voz, guitarra, armónica y coros. Clarence Clemons saxo. Danny Federici órgano. Roy Bittan piano. Garry Tallent bajo. Steve Van Zandt guitarra. Max Weinberg batería






No hay comentarios:

Publicar un comentario