martes, 21 de agosto de 2012

De Vinilos y Otras Glorias DXIV

Viene a nuestro paseo un grupo que vio nacer a uno de los monstruos sagrados de la Música de la segunda mitad del siglo XX, alguien que comenzó demasiado pronto... quizás.


The Spencer Davis Group (The Second Album) 1966


Siempre me ha resultado injusto nombrar a un músico por encima del resto, sobre todo cuando en una banda hace falta que todo suene, pero es verdad que en ocasiones la personalidad musical de alguno de los miembros es tan enorme que supera de largo el propio nombre y al propio grupo.
The Spencer Davis Group es y será por siempre una tremenda banda de mediados de los sesenta en las Islas, creadores de sonidos mágicos y maravillosos, pero más que pese, será por siempre el primer escaparate de un músico especial, que iba para todo y fue demasiado, aunque no todo, el gran Steve Winwood, un mito de la escena musical inglesa y mundial, que con quince años demostraba ser alguien muy especial, y con poco más alguien realmente mágico.
En este segundo vinilo, la banda asienta su nombre con clásicos maravillosos tratados por la mano y los arreglos de un genio, que con dieciocho años en ese momento ya iba muy sobrado.
Como dice un tipo que de esto sabe todo y más, escuchar a The Spencer Davis Group es disfrutar de la Música surgida del gran Ray Charles... en blanco, y eso es mucho decir.
Toques de Beat, Blues, R'N'B, un poco de Soul para aderezar y algunas gotas de todo lo que la imaginación quiera, especiales y mágicos, un grupo de los que deambulaban por esos espacios sesenteros creando gasolina de infinitos octanos, de la mano de cuatro músicos especiales.
La magia en los teclados (con ese "Hammond" que parece parte de su cuerpo) la guitarra y la voz de Steve Winwood, una garganta especial, apasionante, y con las teclas, creador de un universo más allá de los propios temas.
Su hermano Muff Winwood al bajo, junto a Pete York encargados de esa sección rítmica que es pura energía, marcando las pautas a seguir.
El último miembro o el primero según se mire, Spencer Davis, guitarrista de alta escuela y voz en los temas donde Steve dejaba su garganta libre.
Un disco con doce temas que se desarrollan entre los clásicos de los clásicos, dos escritos por el grupo y el resto revisionados con una manera y facilidad simplemente única. Clásicos que ellos han hecho parte de la historia en sus creaciones, como las maravillosas Keep On Running, magistral y rítmica, una gozada, o "Georgia On My Mind" absolutamente bella y eterna, en la que la voz de Winwood se hace más gloriosa; "You Must Believe Me" de Mayfield, desgarro a flor de piel, y ese toque genial de "Let Me Down Easy".
36'38'' de paseo por los sueños de unos sonidos sin final, infinitos espacios en esos temas que son historia viva de la Música, un disco maravilloso de un grupo que en su corta trayectoria de gloria marcó una página brillante en ese libro que ya es leyenda.
Para amantes de lo eterno, lo que nunca sucumbirá ni pasará al olvido, esta segunda obra de The Spencer Davis Group, es, sencillamente, un placer para los sentidos.

Side 1: Look Away;  Keep On Running;  This Hammer;  Georgia on my mind;  Please do something;  Let me down easy
Side 2:  Strong love;  I washed my hands in Muddy Water;  Since I met you baby;  You Must Believe Me;  Hey darling;  Watch your step

2 comentarios:

  1. Absolutamente delicioso, con momentos que son un autentico delirio..
    Voz y melodías para el alma.
    Una fantasía. Bss.

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