domingo, 5 de agosto de 2012

De Vinilos y Otras Glorias D

Nos pasamos de rosca en esta entrada "De Vinilos y Otras Glorias" por ser la que es, que nunca pensé ni de lejos acercarme, y porque ya era hora de traer a uno de mis grupos fetiche a este espacio.


Cream (Wheels Of Fire) 1968


Damas y caballeros, señoras y las que no lo sean tanto, señores y los que ni de coña lleguen, chicas y chicos... nos encontramos ante una Joya de proporciones superlativas, un disco que dentro de la leyenda que es el grupo nos demuestra qué podían hacer y de qué manera.
Cream es una banda para satisfacción de egos, esos que amamos la Música y se quieren sentir siempre bien cuando escuchas algo que te llena, lo complicado del grupo es encontrar algo diferente dentro de una discografía que es simplemente magia pura. En este caso he elegido este monumento llamado "Wheels Of Fire" por ese disco en directo que supera todo lo superable, donde se puede degustar el talento de estos tres monstruos sagrados como a ellos les gustaba estar, en un escenario.
Una banda que es un mito, una manera de entender la Música con una facilidad insultante y un talento fuera de serie, y este trabajo una Joya más de lo que crearon, porque el universo Cream es eso, una joyita tras otra hasta completar una carrera de ensueño, donde enseñaron mucho de lo que más tarde se tradujo en emociones maravillosas de la mano de ellos mismos y otros mitos.
En plena madurez de sonidos, perfectamente acoplados y con su estilo ya consolidado, el disco es un doble brutal con un primer disco en estudio y un segundo vinilo grabado en directo en el Fillmore, uno de esos lugares míticos donde todos han estado alguna vez, y en algunos casos como este de manera obligada, porque no hubiera sido lo mismo.
Un disco brutal, excepcional, una Joyaza de las que hay que escuchar alguna vez en la vida (o rallar el disco de tanto ponerlo como es mi caso) composiciones tremendas, una manera de interpretarlas simplemente única y ese sonido tan especial que el grupo conseguía de la mano de su productor particular, ese Felix Pappalardi que escondía a otro monstruo sagrado tras su nombre y que siguió y colaboró con el grupo hasta que se acabó.
El talento de los tres iconos se junta en la interpretación de cada pieza, haciendo que todo sea una brutal sensación conjunta en sonidos memorables, quizás echo en falta algún tema compuesto por Eric Clapton, que se ausenta de esos menesteres, pero en la guitarra está genial, libre, absolutamente libre para hacer y deshacer a su antojo, y se nota, punteando, marcando ritmos, entrando y saliendo... simplemente mágico, E.C. en estado puro, ¡¡¡y vaya pureza!!! la voz en directo muy a su estilo para atacar los clásicos de toda la vida de esos bluesmen malditos pasados por la clase de este trío de ensueño.
Jack Bruce convierte su instrumento en un solista tan a la altura de todo lo demás que lleva las dimensiones del bajo a cotas nunca antes vistas, un vocalista excepcional que lleva el peso de todas las canciones de estudio y se marca sus vaciladas en el directo, y como compositor simplemente el creador de los mayores himnos del grupo y del disco.
En los instantes de creación de la banda (y por muchos años) Ginger Baker era posiblemente el mejor batería del orbe, una técnica endiablada, perfecta, y uno de los pocos que también hacía de su instrumento (y ya le vale al tío) otro solista más dentro de esta máquina perfecta que era Cream, una verdadera exhibición de tres monstruos que podían estar haciendo cada uno su guerra particular dentro de un tema y al mismo tiempo sonar como un bloque de granito por donde nada se escapa, algo de ensueño.
El disco no tiene desperdicio, si el directo no quiero ni comentarlo porque es una brutalidad de grabación, cuatro temas en el Olimpo de la Música, con esas dos barbaridades "Spoonful" de 16'44'' y "Toad" de 15'53'', desmadre de Baker incluido y otras dos joyas en su estilo, con la exhibición de Bruce a la armónica en "Traintime", el primer vinilo en estudio es para quitar el hipo.
Algunos clásicos del grupo de toda la vida, "White Room", "Politician", "Passing The Time"... todos ellos excepcionalmente interpretados con instrumentos adicionales del productor Pappalardi (violas, organo, campanas, trompeta) y la armónica y percusiones de Bruce y Baker, con una demostración de lo que eran, un grupo aparte de todo lo que se había hecho y se hacía, algo sublime, mágico, pura seda.
Cream no se puede explicar, y "Wheels Of Fire" menos aún, hay que escucharlo, empaparse de él y si no llega procurar olvidarlo, pero si te penetra, darse un atracón para poder comprender uno de esos momentos en los que la Música quiso ir hacia adelante y dio un paso de gigante para conseguir cosas que han marcado décadas de sonidos y músicos excepcionales.
La portada, pura psicodelia, el interior más que psicodelia, la psicodelia.
Lo dicho, por si no había quedado claro, una Joya.

Side One: White room;  Sitting on top on the world;  Passing the time;  As you said
Side Two:  Pressed rat and warthog;  Politician;  Those were the days;  Born under a bad sign;  Deserted cities of the heart
Side Three:  Crossroads;  Spoonful
Side Four:  Traintime;  Toad



4 comentarios:

  1. Aunque no tenga entre mis manos la carátula, ni escuche como suena desde tu tocadiscos, lo que tengo muy claro es que es un privilegio poder disfrutar de esas joyas que forman parte de tu colección como si estuviéramos juntos en la misma habitación.
    Un besazo.

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    1. Gracias, sigue por aquí, que nunca estarás de más.
      Besos,

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  2. ¿Sabeis cómo me siento después de escuchar este disco? Pues lo dice él mismo: "Sitting on top on the world".
    Es un placer abandonarse a sonidos como éstos.
    Sigo en la cumbre, hasta el próximo.
    Ciao

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    1. Estás donde ellos llevaban, a la cumbre de la Música, que es donde se encuentran estos sonidos.
      Ciao

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