sábado, 5 de noviembre de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCVII

Uno de esos grupos que al que suscribe le encantan, quizás porque uno no tiene mucho más (o nada) que añadir al escucharlo.


Deviants (# 3) 1969


Dos imaginarias vidas en sus dos primeros discos y como no podía ser de otra manera cuando un tipo como Mick Farren (y los que creen en su idea, todo sea dicho) está por medio, una tercera entrega que sella una trilogía marcada por la libertad expresiva.
Es cierto que este "# 3", más allá del lirismo friki que le impregna, porque las ideas son de quienes son, denota esa andadura que ya no era una sorpresa mayúscula cuando el grupo actuaba en los ambientes más undergrounds y radicales de las Islas, porque al final hay que ser un genio superlativo para sorprender con este tipo de propuestas durante mucho tiempo, pero a pesar de ese toque más (digámoslo así, aún sabiendo lo que se escucha al ponerlo) profesional y pulido, sigue demostrando que en el radicalismo musical que les movía y por el que fueron iconos de los ambientes antes mencionados, eran una referencia.
Comenzando con la maravillosa portada, que a muchos les parecerá de todo menos la presentación de un disco (que por cierto si la edición que se posee se abre en formato álbum es como mejor se disfruta) que les señala como conservadores de las ideas extremas que impregnaban su Música, el concepto de todo lo que se desarrolla en el vinilo sigue siendo ese Freak Rock que quema y lleva hasta donde pocos se atreven a llegar.
Mucho más musical que sus antecesores, la buscada cercanía a genios como Zappa y Stooges queda presente en temas que son una quemazón que se agradece y llena de vida cuando lo que se vende es el humo que músicos como estos se niegan a aceptar ("Billy The Monster", "The People Suite") así como las polémicas ideas de temas que se elevan hasta molestar donde más duele ("The Junior Narco Rangers" o "Black George Does It With His Tongue")
Un disco que no oculta lo que es, quizás el adiós de la banda se veía demasiado claro, pero no el adiós de algunos de los que la componían que siguieron bramando al viento lo que nunca se quiere escuchar (por quienes lo niegan, obviamente) y que representa una marca más dentro de esa Música tan especial y diferente que hace que la mente siempre se sienta libre.
Mick Farren voz y percusión. Russell Hunter percusión y voz. Paul Rudolph guitarra y voz. Duncan Sanderson bajo y voz. Tony Wigens equipamiento y voces. Tony Ferguson órgano. Jenny Aswhorth voz.


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