viernes, 19 de abril de 2013

Surcos del Siglo XXI - 58

Un artista del que me siento enamorado, más aún tras haber tenido la suerte de disfrutarlo en directo muchas ocasiones (que no demasiadas) en el momento en el cual dijo basta...


Elliott Murphy (April A Live Album) 1999


Hay gente que cree en lo que hace y lo lleva hasta las últimas consecuencias, y gente, sea cual sea el ámbito de la vida que cree en lo que hace, lo lleva hasta donde puede o quiere y de pronto gira en su trayectoria para acoplar o acoplarse a lo que vive.
Elliott Murphy, el trovador neoyorquino parido en las entrañas del metro de NYC y las calles de esa fascinante ciudad decidió que debía seguir actuando hasta que... pero por las razones que sean, y que en mi caso poco me importan también decidió que debía ser de otra forma, o la mayoría de las ocasiones de otra forma.
No sé si la gira en la cual se embarcó en el año 99 tenía la marca de un principio sin retorno, pero es en este año y con la grabación de este fantástico "April A Live Album" en el cual dirigió su forma de ver los directos a esos acústicos impresionantes con su clase, talento y un puñado de maravillosas canciones que tras más de una década continúan siendo el santo y seña de su Música en este siglo XXI.
La primera colaboración con el excepcional guitarrista Olivier Durand parió este disco grabado el 23 de Abril en Affalter, Alemania, un concierto de una gira que sirvió para dar a conocer sus temas de siempre y algo más en un formato íntimo, especial, rockero también pero pensado para esos lugares donde su Música se puede recoger y saborear de otra manera.
Las dos guitarras llenan por completo el espacio, la voz de Murphy llega clara, diáfana y maravillosamente rockera, su armónica es una delicia en el aire y esas canciones de un escritor de la calle te llegan al alma.
Un show acústico de una brillantez que enamora, el principio de todo lo que ahora da en esos directos tan especiales, bellos y musicalmente llenos de clase y que en el año 1999 comenzaron con este disco al que no le falta de nada.
Para los que hemos seguido su trayectoria aún se puede observar a un joven Olivier comenzando al lado del genio, acariciando su guitarra y apenas haciendo coros, un bisoño que con el tiempo se ha convertido en imprescindible para la Música de Murphy, y que aquí le cubre las espaldas de manera perfecta.
Por lo demás, el disco contiene doce canciones que son pura dinamita, los clásicos maravillosos pasados por esta textura suave y genuina de las acústicas, un guiño a Van Morrison y los Rolling Stones, temas más modernos y trallazos directos a la entreceja, y además lo que el propio autor dice del mismo, que resume cualquier otra cosa que se pueda indicar:

"Es mejor no planear un disco en directo, dejar que ocurra. Olivier y yo estuvimos en la carretera hasta que alguien nos pasó una cinta que sonaba bien. Y entonces nos fuimos a casa... durante un rato. Salir de gira significa viajar 10 horas para estar 2 horas en el escenario. Sigue siendo una misteriosa travesía después de todos estos años, y nuestro cargamento fueron las canciones".

Por cierto, la portada refleja la idea de lo que es de una manera descomunal.

Songs:  You never know you're in for;  Sicily;  Take your love away;  Hard core;  Drive all night;  On Elvis presley's birthday;  Caught short in the long run;  Diamonds by the yard;  Party girls and broken poets / Gloria;  Rock ballad;  Wild horses;  Been up these stairs before


2 comentarios:

  1. Quizás ese sea el truco, no plantearse hacer un disco en directo y dejar que ocurra.
    Maravilloso, llega porque simplemente está a lo que tiene que estar, cantar y llegar a la gente.
    Hasta el proximo.
    Ciao

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    1. Quizás también sea tener talento y ver qué pasa si se usa bien.
      Ciao

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