sábado, 18 de febrero de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CCCLXXIV

De nuevo un "Paseo Por Los Sueños" hacia la sensibilidad y las emociones de la mano de un músico muy especial que entrega todo lo comentado por arrobas, y eso, queridos, no es nada fácil.


William Ackerman (Conferring With The Moon) 1986


En plena fiebre de snobismo, estupideces varias y épocas de etiquetas desmedidas, la Música de William Ackerman se encontraba en su cénit como inspirador, gracias al sello Windham Hill, de un grupo de músicos que se atrevían a adentrarse en terrenos de pura sensibilidad, a todas luces poco convencionales y en un principio nada comerciales.
La Música que emanaba de sus dedos se transformaba en sinfonías que acarician las mentes y se adentra en el alma, y los cabestros que intentaron desde esa corriente yupi y estúpida hacerla suya se equivocaron, como suele ser habitual, ya que los sonidos son universales e infinitos, y los que entrega este genio no son una excepción.
Al margen de lo ya comentado cuando nos visitó en su primer "Paseo Por..." de los años y décadas que Ackerman llevaba deleitando con su obra, en los 80 se produjo una eclosión de todo lo suyo gracias a ese (digamos) nacimiento de grupos y solistas que en la misma línea derramaban talento y clase, y su producción se transformó en algo simplemente mágico.
"Conferring With The Moon" es otro eslabón más en la cadena de sensaciones maravillosas que este portento de guitarrista nos dejó, con un conjunto de canciones que son pura seda y que te atrapan y te hacen el amor sin ningún esfuerzo.
En esta ocasión la guitarra de William Ackerman, que vuelve a sonar como los ángeles, está de nuevo acompañada por algún instrumento en esos temas que no son solos al uso de las seis cuerdas y que sirven como refuerzo maravillosamente bien metido para completar canciones de ensueño.
Músicos todos ellos instrumentistas excelsos y virtuosos de su instrumento, seguidores de esta maravillosa sensación que es la Música como esencia.
Chuck Greemberg en el liricón, Charles Bisharat en el violín, Michael Manring al bajo, Enrique Cruz con la zampoña, Bob Hubbard al english horn, Ira Stein y Philip Aaberg al piano, Eugene Friesen en el cello; todos lo bordan en los pasajes que intervienen, y el disco se convierte en una auténtica orgía de sensaciones.
Nueve temas que componen una obra magna, en algunos instantes simplemente mágica, con tres solos de guitarra de Ackerman, que da una vuelta de tuerca a su propia creación transformando los maravillosos 7'31'' de "Conferring With The Moon" con la que abre el disco en una versión de 2'20'' para cerrarlo solo con su guitarra. 44' de pura seda, una orgía para los sentidos que no pueden sino perderse en este océano de sonidos que llevan hasta el infinito.
La Música de William Ackerman es eso, si no te llega, no se puede volver, pero si te engancha te hace suyo y quedas atrapado en una maravillosa espiral de sonidos que te atraviesan el alma. Este disco es otra muestra de ello, una maravilla que no puede dejarse pasar.

Side One:  Conferring with the Moon;  Improv 2;  Lago de montañas;  Big thing in the sky
Side Two:  Climbing in geometry;  The last day of the beach;  Singing crocodrile;  Shape of the land;  Conferring with the Moon (solo)  







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