sábado, 24 de octubre de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MDLII

Una delicia haberles vivido, y un momento mágico compartir ciertas experiencias, a pesar de no decirles nada o casi, a nadie.


The Animal Crackers (Work My Body) 1992


No sé si fue la excusa encontrarse músicos de diversas nacionalidades en un lugar donde la Música y más cosas eran casi una utopía, pero The Animal Crackers surgió como un grupo que no tenía mucho que envidiar a otros de la época y cada vez que vuelvo a su trabajo, este "Work My Body", más me convenzo de ello.
Con unas influencias en su Música y su sonido que recuerdan (salvando las distancias, obviamente) a creadores de un universo sonoro que marcó el devenir de muchas de las mejores ideas de la época post Punk, el disco te entra desde el principio con un sonido lúgubre, oscuro, terriblemente amargo y sin embargo bellísimo.
Duros envites de una guitarra que se te agarra al cuello inmisericorde, rasgados de riff salvajes y penetrantes, la voz grave y casi en permanente lamento recitando estrofas que saben a todo lo que es el despertar de los sueños, y el producto final se convierte en un anhelante soplo de aire fresco desde la decepción y la amargura.
No voy a discutir sobre si está todo por encima de... lo que sí se aprecia en todo el disco son las ideas claras para conseguir el sonido que el grupo quería, y sin ser la joya de la corona, el regreso a ese sonido de final de los setenta y principio de los ochenta que bandas legendarias escupían en garajes y locales ínfimos hacen que merezca la pena y mucho atreverse al menos con lo que te dan.
Lo que no puedo olvidar cuando lo escucho es ese paseo por los infiernos que tanto me gusta, la guitarra ansiosa por ahogarme y un sonido que se convierte en parte de la piel cuando lo escuchas, a pesar de esa batería que a veces tiraría a patadas porque puede provocar más dolor y me lo niega.
Si los nombres no te dicen nada y puedes atreverte con el universo, The Animal Crackers pueden ser un buen antídoto contra lo que se conoce y no se desea, lo que nos venden y es bazofia, al menos porque nadie echará de menos que no guste.
Julián L.C. guitarras, teclados y voz. Gecko Turner guitarras y voz. Paul Barham guitarras. Álvaro Fernández bajo. Juan Juárez batería.

A:  Work My Body;  Goin' In Sane;  Sweet Dog In Head;  Big Town;  Pink Plaster
B:  Don't talk to me;  Perception;  Written For A Personal Epitaph;  Flyin' Knees;  Just can't make It




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