domingo, 16 de junio de 2013

Surcos del Siglo XXI - 89

Estos nuevos creadores que vienen haciéndonos soñar para conseguir que todo continúe, fluya y siga hasta el infinito.


The Flying Eyes (The Flying Eyes) 2009


Desde los USA nos llega este nuevo espacio habitado por músicos a los que se les nota lo mamado desde la cuna con los grandes del Hard Psycho, algo espectacular. Un sonido único con guitarras preparadas para abrasarte acompañando esa voz que en momentos recuerda (y mucho por cierto) esa garganta de destierro y lejanía de Jim Morrison cuando quería vaciarnos de miserias a través de palabras duras y sin remisión. 
Una voz que se sale durante todo el disco y a la que siguen esas seis cuerdas de riff descarnados junto a una base que te quema las tripas, aunque en este "The Flying Eyes" hay de todo y todo bueno, porque junto a esas andanadas que son descargas eléctricas a los sentidos se intercalan suaves melodías que van amansando una Música hecha para que no te quedes indiferente.
El grupo divide el disco en dos partes, la Parte A que titula Bad Blood y la Parte B llamada Winter y a fe que se consigue una especie de separación entre ambas, más cálida y emotiva la primera con melodías a fuego metidas por los solos salvajes de guitarras y riff cuando la segunda parece llegar del frío y te deja con la sensación de desazón en una Música escalofriantemente bella.
En conjunto una obra grande, con un toque personal a pesar de esas referencias que creo se notan en todo el disco, las ya referidas y algo de Cream, Pink Floyd... según qué pasajes y según qué momentos de ánimo, porque cuando vuelven a galopar se van hasta el cielo y parece que no vayan a bajar nunca.
Will Kelly en la voz (una pedazo de garganta, sí señor) y las guitarras. Adam Bufano guitarra y órgano (no lo usa mucho, pero en los pasajes donde los mete se nota una delicadeza extrema, como "She Comes To Me", una delicia) Mac Hewitt bajo y voces. Elias Schutzman percusión.
Un disco realmente precioso de buen Hard Psycho para subir a las estrellas, darse un paseo por la tierra de los sueños (la nuestra, por supuesto) y no volver nunca, porque se queda uno levitando en el paraíso que las notas provocan. Escucharlo y gozar puede ser una experiencia de altos vuelos, ¡¡emociónate y salta sin motor!! nunca van a recogerte, y al menos sabes por qué vas a tumba abierta.

BAD BLOOD:  Lay with me;  Better Things;  Bad Blood;  Don't point your god at me;  She comes to me
WINTER:  We are not alive;  Red sheets;  Around the bend;  Winter;  King of nowhere



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