domingo, 2 de junio de 2013

De Vinilos y Otras Glorias DCCXIV

Una delicatessen maravillosa para amantes de esos sonidos que no se pueden clasificar porque son simplemente magia pura.


Henry Cow (Concerts) 1975


Alguien que sabe mucho de esto, pero mucho, mucho me dijo que este doble disco en directo de una banda apasionante y exclusiva era el paso más allá del sonido Canterbury y al escucharle mis piernas se pusieron a temblar.
Cuando escuché este trallazo de Música para soñar me sentí en otra dimensión, la misma a la que me llevan esos músicos que a lo largo de la historia han hecho que la palabra Música suene especial, distinta, apasionante, y volví a recrearme con la suerte de haber conocido gente que me ha llevado a comprender (si es que esto se puede comprender cuando todo es sentimiento y amor) esos sonidos que desdibujan a los popes que creen saber, enseñar y decir cuando se está más allá de lo que nos quieren dar y sólo se siente lo que tu alma te indica.
"Concerts" es una obra maravillosa de un grupo que fue y es único, a pesar de quedarme con esos trallazos en estudio donde se ponían en las nubes y hacían diabluras con su magia, pero llevar ese talento al escenario y hacer ¡¡¡esto!!! es algo realmente sublime y me alegro haber podido llegar a ello después de tanto tiempo.
Músicos geniales, virtuosos de una Música especial haciendo lo que quieren en directo, dando lecciones de cómo se debe dejar la mente para poder recrear composiciones ajenas a la norma establecida (por esos, claro está) degustar pedazos de genialidades en forma de sonidos que parecen no tener fin y que sin embargo te llevan a un final sobrecogedor, tu propia esencia.
Tomado de varios conciertos y con la participación estelar a la voz en una cara del gran Robert Wyatt las cuatro caras del disco son un deleite para dejarse ir y simplemente soñar, hacer que la mente tome el mando y se disperse o vuele por donde le dé la gana, porque realmente no hay una línea a seguir, un modelo creado, es Música interpretada por genios en estado de gracia que va desarrollando improvisaciones magistrales sobre bases de temas que les sirven para... hacernos morir de placer.
Dicho todo esto, no hay mucho que añadir salvo el hecho de escuchar a Henry Cow en directo haciendo lo que saben, seda transformada en sonidos y así ¡¡¡qué aproveche!!!
Lindsay Cooper, bajo, flauta, oboe, piano. Chris Cutler batería y piano. Dagmar Krauser voz y piano. Fred Frith guitarra, piano, violín y xilofón. John Greaves bajo, voz, celeste y piano. Robert Wyatt voz.

Side One:  Beautiful as the moon;  Nirvana for mice;  Ottawa song;  Gloria Gloom;  Beautiful as the moon (reprise)
Side Two:  Bad alchemy;  Little red riding hood hits the road;  Ruins
Side Three:  Oslo
Side Four:  Groningen;  Udine;  Groningen Again



4 comentarios:

  1. Que la Música son emociones no me cabe la menor duda, pero la calidad de este disco requiere tener una educación auditiva de la que carezco. Tras escuchar Bad Alchemy (8:37) y Groningen (9:00) sólo puedo decir que esta música despierta otro tipo de sentimiento, que seguro acabaré descubriendo, pero hoy por hoy me queda mucho camino por recorrer.

    Me gusta que pongas el listón tan alto, así me doy cuenta de hasta dónde se puede llegar.

    Un beso de buenas noches.

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    1. Me gusta que mires el listón desde la cercanía de lo que sientes, porque descubrir que se entiende, se empapa y se llega al igual que saber que queda mucho es lo que nos hace especiales y saber que cada día las notas nos atraviesan y es algo más que ayer no estaba.
      Créeme, aunque sea por ser la única que lo hace, sabes y llegas más de lo que algunos popes piensan que saben, y eso de parte de un aprendiz de todo.
      Besos

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  2. Aprendiz, pero adelantado ¡eh!

    Todos tenemos experiencias gratificantes en nuestra vida, pero muchas veces no somos conscientes de ello, por eso cuando una puede acceder a un espacio como éste donde no cuelga el letrero de “Reservado el derecho de admisión” y encima te puedes dar el gustazo de rebuscar entre los más de 700 discos de mil leches diferentes, valorando el trabajo, el esfuerzo y la ilusión puesta a la hora de adoquinar, con pequeños caprichos este Paseo por los Sueños. ¡Pues hombre! Cómo me va a parar a mí…. un listón.

    Te quiero. No cambies nunca.
    Felices sueños.

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    1. No hay listón que pare el deseo y la ilusión por escuchar y aprender de esos sonidos maravillosos, y evidentemente menos aún que te pueda parar a ti, algo de lo que me alegro enormemente. El vínculo invisible de la Música continúa, ese es el verdadero milagro.
      Besos

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