Surcos del Siglo XXI - 75

A ese alguien que me llevó de la mano por los sonidos que nunca quise, me dejó para que buscara mi propio camino encontrando lo que ahora es parte de esa alma enamorada de algo a lo que llamamos Música.

Wooden Shjips (Wooden Shjips) 2007

Hay ocasiones en las cuales la Música llama a mi alma y me surgen todos los fantasmas que me han hecho amarla, tenerla como parte de mi esencia y hacer de mi vida un universo paralelo cuando estoy con ella. Ocasiones en las cuales melodías llegadas de nuevas se adentran en mi estómago y me remueven lo que fue el génesis de muchas cosas, lo que fue envolviendo con su halo todo lo que ahora me hace ser.

El tremendo "Dejà Vù" que sufrí la primera vez que escuché a Wooden Shjips fue un impacto, me tenía que frotar los ojos para cerciorarme de la realidad por el año en el cual el disco me decía que se había creado, y ajustar mis oídos para no volverme cuatro décadas atrás y acariciar de nuevo ciertos viejos vinilos.

Un espectacular trallazo de Psycho en estado más puro me sobrecogió, y desde San Francisco me llegaban andanadas de puro Rock espacial con ese sonido tan maravillosamente bello que se te mete en las venas y no te suelta. Del grupo se ha dicho de todo, los han colocado con los primarios Pink Floyd (no les falta razón) con grupos radicales en la concepción de los sonidos como Soft Machine, Guru Guru... (tampoco les falta razón) pero es que la voz melancólica de lamento eterno que escuché por primera vez y aún me acompaña me trajo a esas cuerdas vocales que hacían de lo que tocaba un himno, porque Jim Morrison se dio una vuelta por el tocadiscos para hacerme un guiño de nuevo.

"Wooden Shjips" es un disco que aúna lo mamado por unos tipos que aman esto y se esfuerzan en hacerlo saber con la Música cerebral que destilan en sus composiciones, momentos intimistas de desgarros emocionales con brutales ataques a los sentidos en un viaje sin pausa por todo el universo que la mente pueda recrear.

Las guitarras te laceran sin piedad a ritmo de una melodía hipnótica que la sección rítmica se encarga de mantener y el teclado lleva un poco más allá hasta hacerte perder la noción de lo que escuchas, mientras esas seis cuerdas entran en tu cerebro, bajan a tu piel y te atraviesan. La voz se convierte en parte de la letanía que llegada de lejos enseña cómo hacer tuyo el origen de esta Música que es tan endiablada como mística, pero bella, muy bella.

No me gustan que me indiquen los espacios temporales por donde moverme, en ocasiones se peca de no dejar la libertad a la mente para que nos lleve hasta el lugar que imagina, y las sugerencias a lo que fue, hubo y ya no está no significan nada para mí salvo cuando en piezas como esta todo lo bueno es susceptible de volver sin límite en el tiempo.

"Wooden Shjips" es intemporal, emocional y brutalmente emotivo, una belleza que duele o sirve de bálsamo por igual, y eso me apasiona.

1:  We Ask You To Ride;  Losin' Time;  Lucy's Ride

2:  Blue Sky Bends;  Shine Like Suns