De Vinilos y Otras Glorias DCCVIII

Una pequeña delicatessen que podemos degustar como los buenos manjares, con la pausa y la calma de un gran reserva.

Peacepipe (John Uzonyi's Peacepipe) 1968-1969

Cuando uno conoce a uno que a su vez conoce a... nadie, porque se basta solo para saber lo que deba y mucho más, tiene la suerte de acceder a pequeñas joyas de un metal inclasificable que demuestran lo que siempre he pensado, talento, clase y suerte no siempre van unidos.

La locura de una querida Amiga hizo que ese alguien me enseñara esta Joya (así, con mayúsculas, joda o no, guste o lo que sea) del Hard Psycho más auténtico que durante muchas décadas estuvo oculta, absurdamente perdida en los espacios inaccesibles de la incomprensión musical.

Porque hay que comprender muy poco, y sobre todo en lo referente al grupo tener muy poca suerte, para que esta pieza de museo no haya visto la luz (salvo en contadas numeraciones privadas de la época) hasta hace poco más de quince años, aunque en lo positivo todo esto se puede resumir en la palabra afortunadamente por aquello de disfrutarla desde entonces.

"John Uzonyi's Peacepipe" es la creación de una banda americana en estado de absoluta gracia,  un discazo como la copa de un pino, destila calidad y clase en cada instante, cada nota que surge del vinilo y arrastra hasta los sentidos toneladas de emociones en forma de sonidos, una fuzz guitar que estremece, realmente apabulla por la calidad y la barbaridad con la que suena, temas compuestos con una categoría realmente tremenda y un conjunto que suena a gloria cuando se ponen a interpretar esas joyitas que juntas forman un disco realmente maravilloso.

El iluminado paridor de la idea, al que acompañan dos músicos que se salen, es John Uzonyi, cuya guitarra nos atraviesa como un cuchillo manejada con una maestría inusitada, tanto en los temas de salvaje Hard Psycho en los cuales no da concesiones de ningún tipo como en las maravillosas sensaciones que en forma de susurro nos regala a través de esos temas cálidos, más pausados pero no por ello de menor calidad. Su voz se mete en los espacios, espectacular y tremenda, maravillosamente modulada, y se recrea en los tempos de los temas, una preciosidad.

Acompañando a este creador espectacular Rick Abts en los teclados, absorbiendo el ambiente con ese sonido mágico del órgano y Gary Tsuruda en la batería marcando sin alardes pero de manera eficaz y precisa los ritmos que se requieren.

Un disco redondo, 50'27'' para once temas sin desperdicio, como la entrada brutal y salvaje de "Sea Of Nightmares", para abrasarte vivo, o esa preciosidad con la guitarra mágica llamada "I Can Never Take Your Dreams Away". Delicadezas para soñar como "Carry On Together", "Love Shines", impactantes jams sin límites "The Day The War As Ended" y sus 10'10'' que son pura dinamita...

Un placer encontrar momentos como estos que hacen creer en la magia de lo que no es según muchos popes de esto y que sí que es según el gusto de quien puede pasearlo por los sueños de sus emociones.

A:  Sea Of Nightmares;  Angel of love;  I Can Never Take Your Dreams Away;  Carry on together;  A bikers tune;  Open your mind

B:  The Day The War As Ended;  Love Shines;  Keep a smili' cari;  The sun won't shine forever;  Lazy river blues