domingo, 20 de mayo de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDXLI

Un mito en un formato apasionante por ser quienes eran y la maravillosa sensación que desprendían haciendo esa Música que nos llevaaaaaaaaaaaa...


Jethro Tull (Nothing Is Easy: Live At The Isle Of Wight 1970) 1970


Cuando lo vi pensé que podía ser algo grande, cuando el tipo que sigue sabiendo muchísimo de esto me dijo que no lo dudara porque era "salvaje", evidentemente no lo dudé y a fe que es una experiencia maravillosa.
Jethro Tull en estado puro, presentando su segundo disco, ajenos aún a la fama que no tardaría en llegar y fieles a lo que eran y fueron, un grupo del mejor Rock Prog. que además en directo destilaban fuerza, furia y salvajismo por los cuatro costados.
Dos discos y ya se podían permitir demostrar en directo algunos de los clásicos que les han hecho grandes, grandísimos en la historia del Rock, especialmente en esa primera parte de la época setentera que les vio llegar a lo más alto.
El talento de un iluminado, Ian Anderson al servicio de un escenario donde se desmelenaba haciendo suyo todo lo que allí se movía, secundado por una banda brutal que sostenía los temas con una facilidad casi insultante, y en el caso que nos ocupa nos deja una experiencia sensorial maravillosa, pura fuerza, puro fuego, todo el carácter incendiario del grupo arrasando a diestro y siniestro.
Un disco doble que nos deja dos canciones por cara, desarrollos inmensos de temas míticos, especial atención a esos monumentos que son "My God", donde Anderson arrasa con sus continuos solos de flauta, salvaje en las voces y llevando el peso de toda la andanada que se viene encima.
La exhibición musical de toda la banda en "Dharma For One", solo de batería incluido, con una salvajada puesta en escena del bajo arrasando, la voz a grito pelado, esa guitarra que te corta las venas y los teclados casi arañándote, brutal.
Hasta un tema que pueden hacer para relajar un poco las emociones lo llevan al máximo en la versión de "Bouree" donde la flauta te envuelve, te hipnotiza, dejando paso a ese bajo que parece no querer parar nunca, toda una joya que en directo se eleva lo que quiere.
Claro que puestos a exhibirse, todos y cada uno, "Nothing Is Easy" es un temazo que te lleva a galope por donde quieran, solos de flauta, órgano, guitarra...
El grupo en estado de gracia, como ya hemos dicho salvaje como pocas veces se le ha sentido, con Ian Anderson llevando la batuta con esa voz insuperable, única, la acústica y sobre todo esa flauta que es el sello de la casa, simplemente un genio, sublime.
El fiel escudero por los años de los años, Martin Barre en la guitarra, esa manera rockera y desgarrada de tocar las seis cuerdas, con riff demoledores y solos espectaculares, tremendo.
John Evan en los teclados, al piano tremendo, dando un toque clásico que nos lleva a otras épocas en contrapunto con la animalada que lleva detrás, y con ese órgano que rechina los dientes metiéndose por cualquier rincón del cuerpo.
Glen Cornick en el bajo, un solista más que se permite llevar el peso de según qué temas con su instrumento, una manera salvaje y precisa de tocar las cuatro cuerdas, genial, único, mágico.
Clive Bunker a la batería para que todo se sienta, como una patada en el trasero, algo brutal.
El disco es una orgía sensorial, un momento único de un grupo único, salvaje, demoledor, tremendo, simplemente Rock arrasador, de los que echo de menos en ocasiones para poder llegar hasta el infinito a golpe de ritmos desenfrenados.
La portada, en álbum, fotos de Anderson en plena acción, tremendas por el momento, pero hecho de menos al grupo, porque en este disco están todos para morirse, maravillosos.

Side A:  My sunday feeling;  My God
Side B:  With you there to help me;  To cry you a song
Side C:  Bouree;  Dharma for one
Side D:  Nothing Is Easy;  Medley: We used to know / For a thousand mothers


2 comentarios:

  1. Magistral, no encuentro otro calificativo para el momento en el que la Música, me abre el mismísimo infinito..
    Geniales.
    Besos.

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    1. Un animal de escenario, una banda excepcional, el momento álgido de un grande.
      Besos,

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