domingo, 20 de mayo de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDXLIII

Un genio, y dicho esto todo lo que viene después es parte de lo que la mente de cada uno quiera aceptar cuando se le escuche, porque es lo que tiene ser así.


Peter Hammill (Chámeleon In The Shadow Of The Night) 1973


Tras abandonar la nave Van Der Graaf Generator por un tiempo, este genio del siglo XX y lo que dure del XXI se embarcó en su proyecto en solitario y en su mente de ser especial y superlativo para esto de la Música se parieron unos primeros álbumes, especialmente una trilogía que es simplemente una de las más grandes creaciones del Prog. realizado con la mente y las ideas.
Este "Chámeleon In The Shadow Of The Night" es el segundo de los trabajos al margen de la banda que le vio nacer al mundo de los sonidos, y para el que suscribe es una joya de tamaño monumental que se convierte en una auténtica pieza de museo por su originalidad, su calidad musical y esa capacidad casi ilimitada en sus creaciones, temas que son auténticas joyas dentro del monumento que es el disco.
Un sonido espectral, que se rige sobre todo por la emoción y la manera tan especial de interpretar de Hammill, que con la guitarra y los teclados hace un recorrido casi místico por todo el álbum que a diferencia de la VDGG deja la complejidad instrumental para recuperar una original y primaria melodía, casi poética en todos los temas.
Menos abrasivo que lo que el autor nos tenía acostumbrado, más lirismo y composiciones que atraviesan la vena de las sensaciones con cada sonido, cada espacio llenado por las notas que este visionario recrea para gusto y disfrute de los que le amamos.
La manera de tocar los teclados de Hammill estremece, especialmente el piano, donde puede mecerte en un sueño o sentir que las cuerdas te atraviesan y te hacen parte del instrumento, con una sinfonía suave y melancólica por momentos, o como cuando acaricia las seis cuerdas para darse un festín de sensibilidad y buen gusto.
Nueve temas que son un compendio del ilimitado poder creativo del genio, desde el impacto dramático de algunas piezas como "German Overalls", "Rock And Rôle" o la maravilla titulada "Easy To Slip Away" a la agitación sin mesura de temas como "Black Room" todo en el disco es una manera especial de llegar hasta las entrañas, con esos sonidos tan especiales que casi no se pueden definir, el Prog. elevado a la categoría de arte por uno de los más grandes, libre de todo lo que no sea hacer lo que le plazca sin límites creativos.
Junto a Peter Hammill, que se encarga de los teclados, la guitarra acústica y eléctrica y ¡¡cómo no!! de las voces, el disco se sustenta de manera maravillosa por unos músicos excepcionales al servicio de la mente del genio, a saber:
Nic Potter al bajo
Guy Evans en la batería y percusión
Hugh Banton en los teclados
David Jackson en el saxo y la flauta
No creo que se deba decir nada más al respecto, el disco es una joya, una obra de arte, la demostración infinita de un genio creando, y eso es algo inmenso, por lo cual, si alguien se atreve a dejarse atravesar por este Prog. de cientos de quilates, el mundo estará a sus pies, de no ser así, no pasa nada, sólo es Música.
La portada... una auténtica maravilla, que nos dejamos llevar y luego todo se sabe.

Side One:  German Overalls;  Slender Threads;  Rock And Rôle;  In The End
Side Two:  What's It Worth;  Easy To Slip Away;  Dropping The Torch;  Black Room;  The Tower





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